lunes, 15 de marzo de 2010

Otros autores: Raúl Ansola


Quince días más, y otro autor "novel" se atreve a asomar la cabeza por este blog para hablarnos sobre esas cosas que no siempre se le preguntan a quien escribe. En este caso se trata de Raúl Ansola, compañero de editorial y hasta de estreno, ya que su Illius se puso a la venta simultáneamente con El secreto de los dioses olvidados.




Quizás lo más relevante que pueda contar sobre Raúl es su enorme capacidad para abarcar distintos campos de la creación: Escritor, guionista, director de cortos… Ha sido finalista de diversos certámenes de cortometrajes por sus guiones, finalista del certamen de novela corta Cristóbal Zaragoza en 2008 por “El Concierto”, así como ganador y finalista de gran cantidad de concursos literarios de relatos. Vamos, uno de estos tipos a los que hay que empezar a mirar con ojeriza, porque nos dejan pequeños a los demás...

Así pues, y avisados de lo que puede dar de si, os dejo sin más con el contenido de su cuestionario.

1.Cuando pensaste en publicar por primera vez, ¿Qué te motivó a hacerlo?
Acabé mi primera novela con dieciocho años y lo primero que hice fue presentarla al Premio Planeta. ¡Y pensaba que tenía posibilidades! No tenía ni idea de cómo funcionaba el mundo literario pero estaba convencido de algo – si había escrito un libro, tenía que publicarse, tan sencillo como eso. Con los años comprendí que ni era tan sencillo publicar ni aquel libro era publicable. Pero ya no habría vuelta atrás.

2.¿Cómo ha sido hasta ahora tu experiencia en el mundo editorial?
Agridulce. He recibido negativas de editoriales a los cinco minutos de haberles enviado un manuscrito – literalmente. En general he tenido la sensación de que ni siquiera se habían tomado la molestia de leer las primeras páginas de lo que les enviaba, lo que resultaba frustrante. He llegado a recibir cartas de rechazo con nombres de libros que no eran míos. La clave, para mí, es no desistir nunca, no dejar de confiar en lo que se hace.

3.¿Dónde buscas la inspiración para tus obras?
Acostumbra a ser la experiencia indirecta. Una frase que escucho por la calle, una anécdota que me explican, una fotografía que se tomó cuando no estaba presente. El ser partícipe de algo que no he vivido en primera persona activa una sensación que me lleva a interesarme por posibles contextos a partir del ‘qué pasaría si’. Normalmente las notas que tomo quedan en nada, ideas muertas, pero en ocasiones conducen a otras que toman forma específica, real. La idea original se difumina en una nueva ficción.

4.¿Cuál es tu medio favorito? ¿El relato o la novela?
La novela. El relato no desmerece en absoluto, es imprescindible en tanto que hay historias que necesitan poco espacio para ser explicadas, pero como escritor prefiero la novela por el proceso creativo que se esconde detrás.
Con un relato puedes pasarte meses, pero con una novela es imprescindible convivir durante mucho tiempo con unos personajes, unos hechos concretos. Vas a verlos evolucionar antes y durante el redactado y de alguna manera vas a evolucionar con ellos. Es como una relación de pareja que nace condenada a una ruptura necesaria. Me suele suceder que vivo los primeros meses –o años- temiendo el momento en el que acabaré el libro y las últimas semanas deseando que llegue. Es difícil encontrar la misma intensidad en un relato.

5.¿Cuánto te han influenciado tus estudios y /o tu profesión a la hora de escribir?
Mucho y nada. Las vivencias personales (directas o indirectas) que he vivido en ambos ámbitos han supuesto una nutrida y constante fuente de inspiración, pero en otros lugares, otras formaciones, hubiese tenido otros estímulos distintos. Habría escrito libros distintos, pero no habría dejado de escribir.

6.¿Son los foros literarios el mejor medio de promoción de los autores noveles?
El verdadero trabajo de promoción debería partir de las editoriales. El proceso de edición es conjunto, y la responsabilidad de que el libro alcance los objetivos de autor y editorial recae en el esfuerzo posterior de ambos. Pero no siempre es posible, bastante hacen muchas editoriales en conseguir publicar tal y como está el panorama literario. Aquí es donde entran los foros. Son un magnífico lugar de encuentro y difusión, y estoy seguro que su importancia será cada vez mayor.

7.¿Tienes alguna rutina diaria para escribir, o te dejas llevar?
No hay un solo instante en el que no lleve encima un papel y bolígrafo donde anotar ideas o reflexiones. No se puede saber en qué momento aparecerá la inspiración, pero sí se puede estar preparado para responder a ella.
A la hora de escribir, no tengo horarios ni planificaciones, depende de lo claro y estudiado que tenga lo que quiero redactar. Y de fondo, siempre música. Hay escenas que planifico en función de determinados tempos que me ayudan a plasmar en palabras lo que antes he visualizado como una coreografía sin música.

8.La pastilla azul hace que seas un Best-Seller mundial. La pastilla roja hace que te estudien en la escuela cuando pasen los años. Tú eliges....
No me preocupa vender mucho o poco. El final es el mismo, no haría nada distinto a lo que hago. Escribiría de la misma manera y queriendo explicar las mismas tramas. Mi principal satisfacción es sentir que la obra es leída, que llega a la gente y que se habla de ella, así que tomaría la pastilla azul. Si lo que escribo merece la pena, los efectos de la pastilla roja llegarían por sí solos.

9.Algo que puedas contar sobre tu último proyecto literario...
Es una historia compleja en la que se intercala el presente con hechos sucedidos hace diez años, de tal manera que a medida que avanzan los capítulos vas descubriendo acontecimientos transcendentales que ocurrieron en el pasado de personajes que crees conocer bien en el presente, aunque no es así. No se parece en nada a mi primera novela, pero sí mantiene tres pilares argumentales (traumas del pasado, importancia de las fotografías, sangre) que me obsesionan a nivel literario. Mientras tanto, en Abril publicaré un libro de relatos, Columpios en el cementerio.

10.¿Qué libro rescatarías a toda costa de tu biblioteca?
El corazón oscuro de la tierra (In awe) de Scott Heim. Una noche, en un andén de metro que estaba vacío, acompañado por cierta melodía en el hilo musical, leí un párrafo de este libro que me sobrecogió de tal manera que en aquel momento supe que nunca dejaría de luchar por conseguir hacer sentir lo mismo a alguien, en cualquier momento, cualquier lugar. Nunca he experimentado nada parecido y siempre tengo este libro a la vista, para no olvidar.

11.¿La última novela que has leído y recomendarías?
Una noche en el club (Un soir au club) de Christian Gailly. No es la primera vez que la leo, pero en cada ocasión me admiro de descubrir tanta perfección y complejidad en una novela corta de aparencia tan sencilla. No se puede transmitir más en menos páginas.

12.¿Con qué personaje literario te identificarías?
Con Niall Leniham, el protagonista de Literati, de Barry McCrea. La sensación de embriaguez literaria, de asfixia y agotamiento que sufre el protagonista (y que al menos en mí produjo el mismo efecto) por culpa de los libros es comparable a los últimos coletazos del redactado de una novela, en el que no ves el momento de acabarla. Lo mismo me pasó con este gran libro que no podría volver a leer.

13.¿Permitirías que adaptasen alguna de tus obras al cine?
Lo consideraría un honor. Si no estuviera implicado en el proceso creativo, me mantendría al margen, pues no dejaría de ser la interpretación de la obra que diese otra persona. El resultado me gustaría más o menos, pero no lo consideraría algo por lo que tuviese que responder. Tendría más curiosidad que interés real por ver el resultado final. Mientras que no fuese en contra de la idea original, cualquier adaptación siempre sería bienvenida.

14.Aparte de escribir, ¿practicas alguna otra disciplina artística?
Siempre me ha atraído la pintura, pero no es lo mío. También he rodado algún corto, considero el salto del papel a la imagen un proceso natural, pero requiere un equipo de profesionales detrás que no es sencillo reunir. Por otra parte, me gusta tener el control total de lo que escribo, y en equipo sería difícil mantenerlo. Es en la intimidad del ordenador o el papel donde me encuentro más cómodo.

15.¿Algún sueño que te falte por cumplir, y puedas confesar?
Unos cuantos, pero no, no son confesables. Prefiero que de momento sigan siendo eso, sueños, que no despierten por ser pronunciados en voz alta.



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