sábado, 31 de diciembre de 2011

"Matadero Cinco" de Kurt Vonnegut

(Reseña previamente publicada en Melibro)

En Febrero de 1945 Kurt Vonnegut era prisionero de guerra del ejército alemán y, como tal, había sido enviado a realizar “trabajos forzados” a la ciudad de Dresde. Y allí, encerrado en un sótano, fue uno de los afortunados que sobrevivió a los dos días de bombardeos que arrasaron la “Florencia del Elba”.

“Matadero Cinco” se publicó en 1969, pero el cuasi-cómico capítulo que da inicio a la novela, a lo largo del cual Vonnegut bromea sobre todo el tiempo que la obra fue “un libro en proyecto”, puede tomarse como referencia de cuánto le influyó el Bombardeo de Dresde en su vida y la necesidad que tuvo de hablar sobre ello. Además, y esto es una apreciación personal, estoy seguro de que realmente le supuso un gran desafío a nivel de técnica literaria desarrollar la estructura de la novela.

La novela cuenta la historia de Billy Pilgrim. Y su historia es una confesión. Un monólogo reescrito por el autor para relatar de forma intimista la vida del personaje, mediatizado por la peculiar forma en que percibe el transcurrir del tiempo. Y es que Billy Pilgrim descubre que su mente es capaz de desplazarse en el tiempo y el espacio hacia las versiones más viejas o jóvenes de él mismo. Así que, en cualquier momento, abandona su cuerpo y “revive” (o “previve”) algún evento de su vida. Por si esto fuera poco para hacer su existencia compleja, también será abducido por la raza extraterrestre de los Tralfamadorianos. De los cuales aprenderá que su talento no es único, y a aceptar tanto la inmutabilidad del devenir como la perpetua existencia de todos a través de la percepción en cuatro dimensiones. Este aspecto de la narración resulta un tanto contradictorio. Los Tralfamadorianos conocen las causas del fin del mundo, pero consideran que tal hecho es inevitable desde su perspectiva cuatridimensional en la que toda la línea temporal de la existencia ya está escrita (lo cual lleva a la negación del libre albedrío). Pero, al tiempo, esa capacidad para ubicarse en un momento escogido de la línea temporal tiene un componente optimista al hacer que no consideren la muerte como algo definitivo. Para ellos, cualquier ser sigue vivo aún “después” de su muerte.

Narrada en un formato “tradicional”, la vida de Billy Pilgrim es la de un soldado que sobrevivió a un bombardeo de proporciones bíblicas, volvió a su país para hacer fortuna y dedicó los últimos años de vida a compartir con los demás las enseñanzas que le transmitieron sus captores alienígenas. Un argumento casi vanal, pero que resulta deslumbrante al desarrollarlo mediante esta percepción pluritemporal del protagonista. Buscando una analogía que ayude a comprender este fenómeno, no veo otra mejor ni más próxima que el Dr. Manhattan de Watchmen. Los lectores del cómic sabrán visualizar claramente esa existencia simultánea en cada instante de la vida.

Gracias a esta estructura cambiante, comprendemos mejor a Billy Pilgrim. Detalles del pasado aclaran reacciones del futuro. Anuncios sobre el porvenir nos hacen preguntarnos cómo ocurrirá tal cosa. Y, por encima de todo, cruce por el que han de transcurrir todos esos caminos, la experiencia vivida en la Segunda Guerra Mundial. Esa sinrazón que tanto le marcó y contra la cual dispone una imponente imagen poética: el bombardeo como una película vista hacia atrás, en que los aviones convierten un terreno devastado en casas y ciudades a medida que atraen las bombas hacia sí y las devuelven a sus bodegas. En contraposición con los fragmentos que recuperan esos trágicos momentos, el resto de la vida del protagonista (aún teñida de tristeza y melancolía) resulta casi balsámica. Y es que la parte dedicada a la abducción tiene visos de humor absurdo, así como el tiempo dedicado a recuperarse de un accidente.

Catalogar la obra como ficción (o ciencia-ficción) deja un amplio espectro de detalles por abarcar. ¿Apología antibelicista con elementos fantásticos? Probablemente sea más acertada. Igual cabe señalar que la polémica en torno al Bombardeo de Dresde (la cantidad de bajas civiles, la destrucción de su centro histórico, la necesidad del mismo bombardeo) ha ido unida a esta novela hasta el punto de intentar aplicarle la censura en USA. En cualquier caso, tanto por sus contenidos como por la admirable complicación técnica de su estructura, una obra que añadir a la lista de lectura de cualquiera.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Corta (y distinta) colaboración para Melibro

Recientemente me he visto envuelto en una tarea que era nueva para mí: ejercer de "seleccionador" para un concurso de cuentos. Ha sido para Melibro, en ocasión de su II Concurso de microrelatos. En principio me sorprendió que Melibro me consultara mi disponibilidad para ejercer tal función, pero al ser el microrelato un género que no practico con asiduidad (ni suficiente tino), acabé aceptando a sabiendas de que no iba a enviar ninguna obra. Lo cierto es que mi experiencia al respecto no alcanza más que a las votaciones en algunos concursos en foros, donde uno acaba participando y de paso se te obliga (de forma más o menos directa) a ejercer de jurado sobre los demás relatos. Lo cual, no pocas veces, te acaba provocando nerviosismo al ir haciendo cábalas sobre si tal o cual obra les parecerá a los demás tan buena (o mala) como a ti. Sin embargo, en este caso no andaba por medio esa sensación de "necesaria comparación". Así que me centré exclusivamente en releer varias veces las obras que me tocaron en suerte, intentando aplicarles los mismos parámetros de selección. Para empezar, confieso que dejé a un lado los relatos en los que encontré faltas ortográficas o excesivas aliteraciones. Son dos elementos que intento purgar por completo de mis obras, así que personalmente los odio. Por suerte no hubo más que un par de casos que sufrieran mi ira, así que seguí buscando méritos en los relatos "salvados". Y aquí la tarea del seleccionador se tornó más peliaguda, puesto que no tenía ningún favorito. Habría esperado alguna de esas historias intimistas que te tocan la fibra de principio a fin con palabras cuidadosamente escogidas, pero no ocurrió tal cosa. Tuve aullidos de protesta, esperanzas por florecer, infieles acorralados, declaraciones de amor, parodias futuristas... y la terrible angustia de no poder decantarme por ninguno. Así que, finalmente, me puse a dar vueltas en torno a las ideas que me presentaban, buscando las que unieran originalidad con mejor técnica. Razonamiento perogrullesco, lo sé, pero cuando la temática es libre se queda uno muy pronto sin "elementos de corte". Después de un buen rato de debate interno envié mis tres elegidos a manos del jurado final, al que deseo buen tino en su juicio. Y me permito devolverles la tensión a los participantes, cuyas uñas supongo que deberán sufrir hasta que se declare el ganador en Enero.

jueves, 15 de diciembre de 2011

“El Lunes Empieza el Sábado” de Arkadi y Boris Strugatski

(Reseña previamente publicada en Melibro)

A excepción de la “Guía del Autoestopista Galáctico”, no puedo recordar muchas más obras que aborden la ciencia-ficción desde el punto de vista del humor. O, mejor dicho, tan sólo conocía una novela paródica de ciencia-ficción hasta que llegó a mis manos “El Lunes Empieza el Sábado” (a menos que alguien quiera considerar “Sin Noticias de Gurb” dentro del género).

El hecho es que la novela de los hermanos Strugatski atesora varios factores para resultar, cuando menos, interesante. Para empezar, está escrita en la “época dorada” de la ciencia-ficción (1965), así que se puede catalogar como un clásico. Después, es ciencia-ficción rusa (soviética, para ser históricamente exactos), de la cual, personalmente, yo no conocía ningún ejemplo. Y, para terminar, se escribió en el “lado oscuro” del Telón de Acero. Lo cual supone que debió franquear varios filtros de censura antes de salir a la luz.


¿Cuál es la historia que nos cuenta? Pues, ni más ni menos, que el descubrimiento por parte de Alexander Privalov de la peculiar institución ubicada en el remoto pueblo de Solovets. Privalov es programador y, tras toparse con dos peculiares sujetos en medio de una carretera intransitable, acepta la oferta (casi una súplica) que le hacen para que trabaje con ellos. Lo que no puede sospechar es que ha aceptado incorporarse a una institución dedicada a la magia.

Aquí es importante hacer un inciso sobre dos elementos relevantes de la novela. Primero, para los que se pregunten qué pinta la magia en una obra de ciencia-ficción, señalar que estos poderes se describen en la novela en términos de una “ciencia inexplicable para profanos”. Y, en segundo lugar, señalar que la obra está cuajada de referencias a la mitología eslava (varias de las cuales resultarán, como en mi caso, desconocidas).

El hecho es que, poco a poco, Privalov va sumergiéndose en el caótico universo de Solovets. Conocerá a Baba-Yaga, a un remedo amnésico del gato de Cheshire, a Merlín, a Briareo y la Hidra de Lerna, a vampiros, inquisidores y toda una lista de seres mágicos, cuyos perfiles son desnudados en pos del humor. Aunque, personalmente, la sospecha de estar pasando junto a referencias jocosas sin percibirme de ellas se me ha hecho patente en varias partes del libro. No sólo por mi somero conocimiento de los seres fantásticos de Rusia, si no a mi absoluta ignorancia en lo referente a instituciones soviéticas y personajes de este momento histórico, a excepción de sus políticos más renombrados. Los cuales, de forma más o menos velada, me temo que también son motivo de la pluma de los Strugatski (que, por otra parte, le dedican un episodio a una más que posible crítica del sistema capitalista).

En el otro lado de la balanza, ponerle un pero al lastre narrativo de lo que, a mi parecer, es una falta de nexos entre los capítulos. La estructura se podría comparar con episodios de una “comedia de situación” ambientados en esta disparatada academia, cuyo orden no importa demasiado en la trama. Lo cual redunda en fomentar esa apariencia de que la novela es una excusa para exponer estos “sketchs”. Sólo el misterio en torno a uno de los personajes, y la curiosidad por saber cómo van a terminar los experimentos de otros, hacen las veces de “hilo narrativo” para guiar al lector. Pero que esto no lleve a error. No pretendo minusvalorar la novela. Es más, la (en mi opinión, innecesaria) referencia a Harry Potter de su contraportada, no le hace justicia. Si la Academia de Solovets conserva espectros entre sus muros es porque forman parte de su inventario y la dirección no está dispuesta a desprenderse de ninguno de sus “equipamientos”, el museo de objetos sobrenaturales viaja en una casa con patas de gallina y los profesores prefieren dejar un clon suyo en medio de una fiesta a abandonar el último experimento que tienen entre manos. Una curiosa lectura que abordar entre obras más “sesudas”.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Cervezas y Libros (Diciembre)

Una vez más, reseño la actividad programada por "Cervezas y Libros", por si se anima alguien a acudir. En esta ocasión, dedicarán el encuentro a los espacios virtuales en el que nos reunimos los aficionados de la literatura. Y como contarán entre los invitados con la administradora de Abrete libro, acudiré aunque sólo sea por apoyar en calidad de "socio".

Los otros invitados son uno de los colaboradores de Anika entre libros, y el administrador de El Placer de la Lectura. Por supuesto, creo que la charla puede ser bastante interesante. Habrá que ver qué se dice sobre la actual corriente de apostar por internet como medio para la promoción, además del papel de los foros sobre lugares en los que "foguearse". La fecha, el 13 de Diciembre. Como siempre, el punto de reunión es "El Caldito", a partir de las 19:00. Añado link al resumen y comentarios en HisLibris, la página "madre" de esta iniciativa.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

El Espíritu de El Coyote

Ya que hoy terminó el tiempo para votar en la encuesta de "opinión e intención de compra" de "Umbrales", aprovecho para enlazar tal ocasión con una reflexión habitual entre los escritores wannabe. Y es que, habida cuenta de la escasa participación, parece inevitable el sentirse defraudado. No ya porque los episodios individuales de la novela tuviesen un nivel de descargas decreciente. Si no porque incluso el último recopilatorio, siendo un fragmento sustancial de la obra, tampoco ha corrido mejor fortuna. ¿Han preferido leer el texto on-line, a través del grupo de Facebook? Quizás, pero en ambos casos se ha adolecido de una aterradora falta de comentarios. Y cuando uno de los fines de esta iniciativa era obtener "feedback" de los potenciales lectores, el silencio se suma a la sensación de fracaso. Todo esto me lleva al título del artículo. Y a ese Coyote nada glamouroso ni heróico al que, de pequeño, vi subirse cientos de veces en un cohete ACME para volar en pos del escurridizo Correcaminos. Porque, salvo en contados casos, me parece que hay pocas formas de explicar tan claramente con imágenes esa tenacidad incansable que mueve a quienes escriben. Por más que el suelo desaparezca bajo nuestros pies, la cuerda se quede corta, el cohete sea demasiado lento o el Correcaminos nos esquive (lanzando de paso su peculiar "pedorreta"), salimos del socavón dispuestos a atraparle una vez más. Y es que, de entre todos los consejos y recomendaciones para quien pretende ver publicados sus escritos, éste debería ser el primero: ¿Tienes una paciencia infinita y ánimos para no desistir jamás? Sobre todo porque esa imagen del autor cuyas obras se venden al instante, y al que los estudios cubren de oro para hacer películas, es un espejismo recurrente en este tránsito del desierto que puede hacer perderse a cualquiera que se ilusione con ello.
No voy a entrar en el debate de qué calidad literaria es necesaria para alcanzar el objetivo. Al fin y al cabo, a base de trabajo y ganas de aprender, todos acabamos madurando y mejorando el estilo. El que hoy no sabe escribir sin epítetos, mañana puede ser un autor de referencia. Pero, eso sí, el camino se habrá hecho muy probablemente a base de perseguir al Correcaminos. Sacudiéndonos el polvo, revisando el plan por enésima vez y aprendiendo a usar nuevos artilugios ACME que nos lleven más lejos, más rápido y más seguro. Porque, después de todo, el sino del Coyote era quedarse siempre con la miel en los labios. Pero nosotros no somos un dibujo animado... Postdata: Si me atrevo a "pontificar" con este consejo/advertencia es porque, a pesar de lo que he dicho al principio, hay señales en el horizonte de "Umbrales" que me animan a pensar que ese demonio emplumado va a caer en la trampa...

viernes, 25 de noviembre de 2011

Otra de veladas literarias

En esta ocasión, de una que también aúna libros y gastronomía. Más concretamente, la repostería. Y uno de mis dulces favoritos, añado: el Tiramisú.

Así, tal y como suena, "Tiramisú entre libros" es una iniciativa para conocer autores, descubrir libros y endulzarse por el camino. Este mes de Noviembre han decidido centrarse en la Literatura Juvenil, y durante el Sábado 26 y el Domingo 27 van a convertirse en una referencia obligada en Madrid. ¿Qué es lo que planean? Un maratón de presentaciones de Mundos Épicos, 23 Escalones, Versátil, Hidra, Nowe Volution, Everest y Edelvives, amén de Tertulias, una de las cuales contará con una personalidad en esto de los foros literarios, Anika Lillo de "Anika entre libros". ¿Dónde? Pues compartirán el honor de acogerles LIBERESPACIO y la FNAC Callao. El programa completo de las actividades (que cubrirán desde el mediodía hasta bien entrada la tarde de los dos días), podéis consultarlo aquí.

sábado, 19 de noviembre de 2011

La Carrera de "Umbrales" Hacia la Edición (I)

Cuatro meses después de haberles enviado el manuscrito original de "Umbrales", he recibido la respuesta de una editorial. Por desgracia, el motivo de su misiva no era tan halagüeño como hubiese deseado al verlo en mi bandeja de entrada: me han escrito para que les confirme que la novela es parte de una saga, advirtiéndome de su incapacidad para afrontar esa clase de proyectos. Mi ignorancia de la industria editorial me impide adivinar cuál es la dificultad implícita en una saga, pero al menos les debo agradecer haberme dado una respuesta.

imagen de Ashwara

Por supuesto, como buen aficionado a la Conspiranoia, no he podido evitar el hacer unas cuantas cábalas.

En primer lugar, he pensado que ésta podía ser la versión del "su obra no se adapta a nuestra línea editorial" que usa este sello. En este caso, se trataría de mi primer no "velado". Y un duro golpe a mi autoestima artística.

Por otro lado, también puedo dejar de la lado la suspicacia. Que un proyecto a largo plazo tan voluminoso implique correr unos riesgos que no quieren/pueden asumir. Pero eso me llevó a divagar. O, más bien, a fantasear.

¿Y si "Umbrales" resulta tan bueno como a mi me gusta imaginar? ¿Y si es aún mejor? Eso supondría que esta editorial tuvo la opción de publicar un éxito y lo dejó pasar porque, aunque les pareció bueno, les pudo el temor a equivocarse...

NO me malinterpretéis. No sueño con convertirme en un Tolkien del Steampunk (aún no, de momento) para devolverles las negativas a las editoriales y reírme de ellos desde mi limusina. Sólo señalo la terrible posibilidad de una obra "buena para publicarse", que un editor prefiere dejar pasar. Me hace pensar que la actual crisis está afectando al sector, empujándolo a congelar otras novelas bajo la premisa de estar protegiéndose contra malos resultados. Que ya no hay la misma disposición a apostar por autores poco conocidos. Lo cual, si "Umbrales" llega a publicarse bajo algún otro sello editorial, va a darle un valor mucho mayor al logro.

De momento, mantengo los dedos cruzados y la esperanza "en estado estable".

EDITADO (23/11): Hoy me entero de que la editorial se dispone a publicar una saga. Al final, parece que lo que me llegó sí era su versión del "gracias, pero no"...

martes, 15 de noviembre de 2011

"Sin Sangre" de Alessandro Baricco

(Reseña publicada anteriormente en Melibro)

Mi primer contacto con Baricco ha sido esta novela corta, y debo confesar que del encuentro ha resultado una opinión más bien contradictoria. Porque el regusto ha sido un poco a “plato sin acabar de cocinar”. Aunque, eso sí, me considero culpable en parte de este hecho por no haber atacado la lectura tal y como se merecía. Digo esto porque “degusté” la novela a sorbitos, dilatándola a lo largo de varios días, cuando lo mejor habría sido dedicarle una tarde completa para disfrutar adecuadamente la extensión y el estilo de Baricco.

La trama de “Sin Sangre” es, por su brevedad, proporcionalmente sencilla. Nos situamos en un país anónimo en las postrimerías de una guerra civil, para ser testigos de la venganza de un grupo de pistoleros. Su objetivo es un hombre del que apenas se nos cuenta nada, salvo que se llama Manuel Roca y que vive junto a sus hijos. Y en una escena que puede recordar al inicio de “Malditos Bastardos”, somos testigos de cómo se produce una matanza y sólo uno de los retoños de Manuel Roca sobrevive.

A partir de aquí, saltamos a unos cincuenta años en el futuro y presenciamos cómo el último de los verdugos de Manuel Roca se ve enfrentado con la sombra de sus crímenes de juventud. Rendido a este ángel vengador, repasaremos la historia de ambos; Las (sin)razones del asesinato en el pasado, los rencores que movieron a uno contra el padre y al otro contra los pistoleros, la existencia del huérfano abandonado a su destino... Todo ello mediante un diálogo que se diría la confesión de un condenado a muerte.

En este punto el discurrir calmado de la narración, teñido de un tono fatalista, requiere del lector que se sumerja y no lo abandone hasta el final. Sólo así se mantendrá vivo el leve punto de tensión que vibra en la trama. Porque, igual que al pasado y la juventud de los protagonistas les aplica un tono ligero, la parte final transcurre con el ritmo remansado de la vejez. Y, haciendo honor al título, Baricco divaga por boca de sus personajes sobre esa clase de heridas que no se exteriorizan físicamente. Aquellas que dejan cicatrices sólo en el alma de quienes las sufren y las causan. Dirigiéndose hacia un final en el que ambos van a quedar en paz con toda esa carga.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Steampunk en Barcelona

Ya que el año pasado se usó mi novela como premio, creo que es de recibo dar un poco de publicidad a esta iniciativa. Sobre todo porque el Steampunk es una de esas influencias literarias que siempre me ha fascinado (aunque lo haya sido, sobre todo, a través de las visiones fantásticas de series y animes japonesas). Además, este año he participado en el concurso de relatos que han organizado (con malos resultados, me temo).

El hecho es que a partir de mañana, Viernes 11 de Noviembre, y hasta el día 13 se va a celebrar la III Convención Steampunk de Barcelona. Además de visitas por la parte modernista de la ciudad, han organizado talleres diversos, charlas, partidas de juegos, y hasta duelos con pistolas de rayos!!


Para más información, podéis consultar el Programa de Actividades. Si acudís, no dejéis de comentar cómo fue vuestra experiencia.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Fiascos Parciales

Este mes de Noviembre se están fallando unos cuantos concursos en los que me atreví a tomar parte. Aparte de "Cosecha EÑE" (en el que figuro entre los finalistas, a la espera de que el próximo día 12 se de los nombres de los ganadores), también había vuelto a presentarme a una de las convocatorias de Abrete libro!. En esta ocasión para su concurso de otoño, que se rige por una temática concreta. Y que este año, tras la correspondiente votación entre los foreros, eligió la Romántica. Los que me conocen saben que no soy muy dado a escribir relatos en los que prime el sentimiento amoroso, así que el reto en esta ocasión era mayor de lo habitual. Sin embargo, como esto de la escritura antes o después te lleva por caminos inexplorados, debo confesar que entre mis borradores duermen algunos textos en los que el sentimiento prima sobre la épica.
imagen de Paul Chadeisson
El caso es que decidí participar con un relato de tintes sci-fi, en el que se entremezclaba una idea bastante explorada en el género (la llegada de visitantes de otro planeta), con la sensación de soledad del último superviviente. El resultado final ha sido agridulce. Por una parte, he quedado fuera de la lista de ganadores (tanto del jurado como del premio popular). Sin embargo, además de levantar bastante polémica respecto a su verdadera correspondencia con la temática del concurso, lo cierto es que el relato ha obtenido muy buenas apreciaciones. Si queréis leerlo (y todos los comentarios hechos después), sólo tenéis que hacer click.

martes, 1 de noviembre de 2011

Festival EÑE

Aunque la publicidad del evento me llegó hace cosa de un mes, uno ya sabe que estas noticias se leen un día y luego se acaban olvidando. Así que mejor hacerme eco cuando sólo falta poco más de una semana, y que cada cual lo aproveche como pueda (o prefiera).


Una vez más, tras la convocatoria de "Cosecha Eñe" del año 2011, se va a realizar un Festival en el transcurso del cual se anunciarán los finalistas y se entregarán los premios. En cuanto a las fechas, debo decir que pueden provocar quebraderos de cabeza a más de un aficionado a los concursos literarios. Este año, por ejemplo, tendrá lugar entre el 11 y el 12 de Noviembre. Lo cual le hace coincidir con la Hispacon y la entrega de premios del certamen Domingo Santos en Burjassot, Valencia.

Personalmente, dado que soy uno de los aspirantes a encontrarse en la tesitura de tener que elegir entre las dos ceremonias, me gustaría verme "forzado" a acudir a cualquiera de los dos eventos. No soy muy afortunado en lo que a Certámenes Literarios se refiere, así que me sigue haciendo bastante ilusión poder recibir algún premio. Este año, además, he estado bastante perezoso en lo tocante a presentar obras a concurso, así que me vendría bien un buen incentivo.

Lo dicho. Suerte a los que participen, y que lo paséis bien todos los que acudáis a los eventos.

EDITADO: Aunque está reflejado en los comentarios, el relato que envié a Cosecha EÑE ha sido seleccionado entre otros 325. Si queréis leerlo (votarlo lo dejo a vuestra elección, of course), aquí está.

sábado, 29 de octubre de 2011

Más de Iniciativas Literarias

Aún en el proceso de escribir una crónica de cómo fue mi experiencia con "Cervezas y Libros" (sí, al final logré acudir), descubro hoy que hay otra iniciativa en la capital que entremezcla la literatura y la gastronomía (está claro que a los autores se nos convence a dar charlas por el estómago): "Tiramisú entre Libros".


De hecho, aquellos que tengáis hoy la tarde libre estáis invitados a participar en las actividades que han organizado en la tienda Generación-X de la C/ Puebla, 15. Desde el mediodía van a realizar una buena cantidad de presentaciones de obras del género, además de charlas sobre el terror en todas las categorías: infantil, juvenil, adulto... Y como estamos en estas fechas, además os proponen un concurso de disfraces con premio y todo!!

Lo dicho, que si el terror es lo vuestro no podéis perder ésta oportunidad de pasar unas horas entretenidas junto a otros aficionados.

lunes, 24 de octubre de 2011

Cervezas y Libros

Ya avisé de una de las últimas convocatorias que hicieron en Blogs con Historia (aunque luego resultara que había confundido las fechas), y en la actual tónica de empezar a anunciar todos los eventos que me parecen interesantes era obligatorio advertir este.


En esta ocasión, el 25 de Octubre a partir de las 19:00 puede que "El Caldito" sea el mejor lugar para comentar uno de los aspectos más relevantes de todos los que nos dedicamos a escribir: la publicación. Bajo el título de "Anatomía de la Edición", sus tres invitados hablarán de experiencias personales y podrán contestar a las dudas de los presentes (haciendo click en la imagen superior podréis leer más información sobre los ponentes).

Con el cambio de horario me lo han puesto mucho más cómodo, así que quien se anime puede que me encuentre allí.

jueves, 20 de octubre de 2011

III Semana Gótica


A partir de mañana 21, y hasta el día 30, si eres aficionado a la Literatura Gótica y/o las disciplinas artísticas relacionadas, entonces tu sitio está en Madrid, junto a los demás participantes en la Semana Gótica.


Este año las actividades vuelven a mudarse, esperemos que para encontrar un hogar estable. El escenario elegido parece, desde luego, más propicio para el evento: El Museo Nacional del Romanticismo. La nueva sede probablemente habría sido elegida antes, de no ser por que ha pasado casi una década sometido a continuas obras de reparación y acondicionamiento.

Las Actividades programadas están a vuestra disposición aquí. Para quien no haya acudido a las anteriores citas adelantarle que, a las conferencias sobre la literatura gótica y su influencia en los actuales movimientos "Goth", se le suman exposiciones y eventos artísticos muy variados.

martes, 18 de octubre de 2011

Premios Nosferatu


La noticia la leía hace unos días, pero olvidé añadirla por aquí. La gente de Calabazas en el Trastero han comenzado recientemente a organizar quedadas, y el Jueves 20 van a realizar la segunda de ellas (en Madrid).

El lugar para el evento es la Cervecería Black Corner (C/ San Bernardo, 90). Entre otras cosas, procederán a entregar los premios Nosferatu. Una mención honorífica que se recibe por votación de los lectores de sus antologías, al mejor relato de cada una de ellas.

Así pues, si sois aficionados a la literatura de misterio y/o terror, no desaprovechéis esta oportunidad de conocer a otros lectores y autores en persona (con una cerveza por medio).

miércoles, 12 de octubre de 2011

Pequeño avance del Currículum literario

Aunque la noticia la conocía desde hace unos meses, no ha sido hasta ayer que pude encontrar "Aromas de Papel"; el último recopilatorio donde se ha publicado un relato mío. Los "culpables" de este hecho son los responsables del foro ¡Ábrete libro!, que han recogido en algo más de 200 páginas una selección de relatos de su 6º Concurso de Primavera. En mi caso se trata de la tercera vez que tengo el honor de estar entre los autores escogidos, pero también debo reconocer que, en esta ocasión, mi inclusión ha sido cuestión de azar. Anteriormente formé parte de la selección al ser uno de los tres relatos premiados por el jurado del concurso, lo cual añade siempre un cierto "barniz de autoridad" al hecho de ser publicado. Un logro que no pude repetir en este certamen.
En cuanto al relato, "El Último Pirata" es un pequeño homenaje a la versión más romántica de estos personajes. Un recuerdo a esos anti héroes que tanto me han influenciado, cargado de emotividad y bastante evocador. Sin embargo, la opinión entre el jurado popular es que habría ganado muchos puntos si hubiese insistido más en el pasado del protagonista. Lo cual añade una nueva muesca a mi habitual problemática para alargar la extensión de los relatos más allá de las mil palabras. Un aspecto relacionado con la aparición de este recopilatorio, y por el cual admiro a los responsables de ¡Ábrete libro!, es precisamente el hecho de que se haya publicado. Y en apenas unos meses desde que se anunciaron los ganadores. Esta diligencia es algo que me obliga a recordar mi participación en un concurso de otro foro, hará un par de años, sin que hasta ahora haya aparecido el libro donde debían recogerse los relatos mejor clasificados. Sé que estas ediciones bajo pedido quedan a un nivel muy modesto dentro del currículum literario, pero cuando el único premio que esperas es ver tu obra en papel la sensación que te queda es de decepción. En cualquier caso, os invito a haceros con un ejemplar (tenéis un link directo en la columna lateral, en la sección de "Más Perturbaciones Propias"). Aunque los piratas no os gusten mucho, hay toda una variopinta selección de temas y personajes con los que entreteneros.

lunes, 10 de octubre de 2011

"Los Magos" de Lev Grossman

(Reseña publicada previamente en Melibro)

La vida de Quentin Coldwater da un giro espectacular el día que, por sorpresa, llega a las puertas de la Escuela Brakebills de Pedagogía Mágica. Sus perspectivas de futuro, resignado a continuar sufriendo el aislamiento típico del genio, parecen disiparse cuando ese universo de maravillas se pone a su disposición. De pronto, ve hechos realidad los sueños nacidos a lo largo de infinitas lecturas sobre el ficticio mundo de Fillory. Pero Quentin no sabe que la Escuela Brakebills le va a poner a prueba aún más duramente que una universidad normal. Y, pese a lo que decían los cuentos, la magia no puede dar la felicidad.



La premisa básica de Lev Grossman a lo largo de “Los Magos” es hacer suya esa frase que dice “Cuidado con lo que deseas”. Porque, al fin y al cabo ¿cuántos adolescentes no han deseado en algún momento tener poderes más allá de lo humano? Esa ambición, relacionada con el anhelo de hacer realidad nuestras fantasías, parece el camino fácil hacia el éxito. Pero cada una de las páginas del libro se empeña en prevenirnos contra esas esperanzas infundadas. Quentin, por ejemplo, es un joven cargado de problemas. Su éxito académico es inversamente proporcional a su frustración social a la hora de tener pareja, sin contar con que la relación con sus padres es apenas algo más que tibia. En esas circunstancias, integrarse en un grupo que comparte la mayoría de sus temores debería ayudarle a “sentirse normal”. Pero, lamentablemente, Grossman insiste en que no tiene por qué ser así. Ninguno de los alumnos de Brakebills logrará liberarse de sus “taras” sociales. E incluso, en algunos casos, serán exacerbadas por el competitivo ambiente de la escuela. No en vano, la magia de este mundo se aprende a través de continuas repeticiones y el estudio de numerosas asignaturas muy complicadas (incluidas varias lenguas muertas).

Esta imagen de conjunto resulta complicada de retratar. Quizás, se pueda establecer un cierto paralelismo con “El éxodo de los gnomos” de Pratchett: ambos desnudan los mundos de fantasía de su colorida inocencia para inyectarle una buena dosis de malicia. Grossman practica un sistemático descreimiento contra esos mundos intrínsecamente equilibrados y bondadosos, que sólo una semilla negra puede estropear. Pero el resultado, al menos en lo tocante a mi opinión, no es del todo satisfactorio. Y el problema se basa en dos variables:

Primero, la ausencia de humor. Mientras que Pratchett ha podido diseccionar mundos ficticios y, con la ironía, dar su versión “realista” de ese universo, Grossman apenas deja espacio para la sonrisa. La frustración de Quentin por encontrar su lugar en el mundo empaña el tono de la obra de principio a fin y, más que divertirnos con sus logros, nos limitamos a sentirnos aliviados porque no haya ocurrido otro desastre.

En segundo lugar, los personajes están desprovistos de una misión. Quentin ha sido escogido para aprender en Brakebills, sí. pero no es EL Elegido. Y tampoco hay un Sauron, ni un Voldemort, ni una Matrix que combatir... lo cual redunda en un vacío de propósitos una vez que la parte del aprendizaje místico termina (hacia la mitad del libro). Esto deja al lector un tanto perplejo pues, si bien se le ha demostrado que no hay guerras mágicas que enfrentar, sí se explica cómo los magos procuran ayudar al progreso del mundo y al bienestar general de forma subrepticia. Pero los recién graduados se sumergen en una orgía diletante que sólo le sirven al autor para ahondar en las dudas de Quentin.

Todo esto da paso a la segunda parte del libro, en la que Grossman se aplica para crear un universo “narniano” (igual que al principio plantea su propuesta para el mundo de Harry Potter), tan descarnado y peligroso como es capaz de imaginar. Quienes hayan leído “Bosque Mitago” podrán encontrar bastantes similitudes con el tono general de esa sobra, por cierto. La mayor broma aquí es reírse un poco con los aficionados a los juegos de rol, que encontrarán el inicio de la aventura como un chiste privado. Pero, aún con más fuerza que al principio, el autor nos recuerda que hay sueños que no deben pasar de la fantasía. Para lo cual estos aspirantes a héroes se verán enfrentados a la realidad de la muerte en el campo de batalla. Curiosamente, será cuando también descubriremos que sí había un Voldemort oculto en sus páginas. Trágico y terrorífico a la vez, da el punto épico a una historia que se desinfla un tanto hacia el final (cerrando cabos de la trama, y dando el primer paso hacia la recientemente publicada secuela).

Definitivamente, una obra para ocupar un rato entretenido de lectura pero a la que lastra un tono de amargor adulto que no todos querrán enfrentar.

martes, 4 de octubre de 2011

Esperando Opiniones

Primer artículo relacionado con esta peculiar promoción de mi última novela. Después de varios meses, el efecto de la iniciativa aún es bastante relativo: el Grupo en Facebook dedicado a la saga de "La Tierra Asediada" ha acumulado una treintena de seguidores, las descargas de los PDFs ha sido muy irregular (más de 30 en el caso del primer capítulo, pero poco más de una docena para los recopilatorios) y no demasiada relevancia en blogs (aunque tengo que agradecerles enormemente su apoyo a Proserage o La Espada en la Tinta). Números modestos, pero creo que adecuados a la iniciativa. Sobre todo, lo más decepcionante ha sido la falta de participación de los lectores. Hubiese deseado leer más opiniones (como suele decirse, es bueno que hablen de uno hasta cuando hablan mal de ti) respecto a los capítulos. Saber qué gusta o qué les "chirría" a los posibles lectores. Sin embargo, no sé si por pura pereza o por timidez, casi nadie ha querido expresar su opinión. Y quizá por eso es por lo que he añadido una encuesta al Blog. Las respuestas quieren dejar claro lo que más me puede interesar en este punto: evaluar el nivel de éxito general entre los lectores del "avance" de la novela. Así que, desde ahora, os animo a leer y criticar. Y quien quiera dejar un comentario más extenso, ya sabe... justo un poco más abajo...

viernes, 16 de septiembre de 2011

Útiles Herramientas para Escribir

Ahora que estoy de nuevo embarcado en la tarea de escribir una novela, y tras la experiencia acumulada con "El Secreto de los Dioses Olvidados" y el primer volumen de "La Tierra Asediada", uno va buscando la manera de ser más productivo. En mi caso, también es la razón para intentar ser aún más organizado y constante (que los milagros, de vez en cuando, ocurren...) Así que he pensado que podía compartir con vosotros dos de las últimas "herramientas" que estoy usando para ayudarme en el proceso de escritura.

La primera, la descubrí hace muchos meses. Y fue en el lugar menos previsible: Deviant Art. Allí, cotilleando entre ilustraciones de artistas muchas veces desconocidos pero talentosos, me topé con algo inesperable. Uno de sus usuarios (con aficiones literarias, imagino) había diseñado una bonita ficha para registrar hasta los detalles más nimios de un personaje. De hecho, creo que resultaría difícil para cualquiera el llegar a completar en su totalidad la enorme cantidad de información que propone su autor. Sin embargo, no deja de ser muy práctica.Y tiene en cuenta un montón de preguntas que, por falta de un momento de pausa, olvidamos hacernos.

Para que le echéis un vistazo y podáis descargarla (además de ver otras obras del autor), pinchad en el enlace.

La segunda de estas "ayudas" es de fabricación casera. Su origen está en mi forma de trabajar la sinópsis: parto de una trama básica más o menos organizada, y luego creo resúmenes capítulo a capítulo desarrollando en profundidad las ideas originales. Como eso solía devenir en una enorme cantidad de folios y hojas de cuaderno sueltas, con ideas que luego tenía que volver a pasar a limpio para no olvidarlas, decidí recientemente que debía crear un documento para hacerme la tarea más fácil.

El resultado fue esta Hoja de Control de Capítulos, que debería servir para controlar el desarrollo de la trama en sus unidades más sencillas.

Un pequeño artículo, pero espero que os sea de gran ayuda a quienes os pasáis por aquí y tenéis afición por la escritura. La próxima entrada traerá de vuelta el terror para continuar narrando la historia de "La Tierra Asediada".

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Haciendo Enemigos


El título de este artículo procede de mi reciente tropiezo con cierta polémica (a mí me parece que podría llamarse así) que, según mi experiencia, impregna el mundillo de los autores noveles. Un debate de posturas encontradas, que forma parte en cierta manera de la definición del genio, más o menos.

Pongámonos en situación: en una red social que no viene al caso, un autor se estaba quejando hace poco de lo anodino que resultaba corregir la obra una vez escrita, y al hacerle notar que esa es la razón de que existan correctores (insistiendo en su labor de localizar "vicios" ortográficos y/o estilísticos), su respuesta consistió en un loable "todos debemos ser conscientes de nuestros errores". Hasta aquí, no habría razón para mi artículo. Pero entonces, alguien se atrevió a comentar que estaba encontrando fallos ortográficos y gramaticales en la obra publicada por el susodicho, provocando una respuesta bastante más airada. Una con la que ya me había cruzado en otras ocasiones y que, con diferencias, viene a expresarse en los siguientes términos:

"Yo leo libros por la historia que me cuentan".

Punto final. Allí acabó cualquier debate. Y, a mi parecer, el propio autor se retractó de todo lo bueno dicho con anterioridad. Dejando a un lado el por qué se cuelan esa clase de fallos en las versiones que llegan al lector, prefiero centrarme en la defensa final de este autor y en la corriente de opinión que representa: lo que cuento es mucho más importante que cómo lo cuento. Y en este punto es donde voy a empezar a ganarme esos enemigos. Porque yo soy contrario a esa forma de pensar, bastante extendida entre los escritores noveles y, según mi experiencia, sobre todo al nivel de foros. No es extraño comentarle a alguien que su texto necesita correcciones y ver que se defiende reclamando la preeminencia de calidad de la "idea" sobre la corrección gramatical u ortográfica. Paradigma que he visto aparecer incluso a la hora de atacar la labor de criba editorial, una postura que, entiendo, a esas personas les servía para establecer que tal práctica estaba cerrando el paso a genios literarios. Una presunción que yo considero, como poco, incoherente.

En primer lugar, desde mi punto de vista personal vería como algo más lógico reconocer o rebatir la validez de los fallos que se achacan a la obra. Pero, como ya he dicho, lo habitual es minusvalorar esa clase de observaciones. Lo cual, en mi opinión, supone lo mismo que rechazarla de plano. Y haciendo eso me llevan a pensar que, o bien realmente no tienen ningún interés por corregir lo que hacen mal, o consideran que "para eso están" los correctores: para hacer que su redacción esté bien escrita. Supongo que los defensores de esta postura podrán presentar argumentos para refutar mis suposiciones. Incluso lo espero. Pero no deja de resultarme extraña esa manera de entender la escritura.

Por supuesto, no le estoy negando a nadie el derecho a poner sobre papel las ideas que le bullen en la cabeza. Sólo quiero demostrar mi rechazo a dar por bueno que la creatividad sea independiente (y superior) del conocimiento de las herramientas con que se expresa ese talento. Salvando las distancias, lo compararía con intentar convencerme de que Verne o Asimov habrían logrado el mismo éxito si sólo hubiesen tenido buenas ideas (y correctores muy dispuestos). Evidentemente, no olvido que todos tenemos la capacidad para aprender y mejorar. Sin ir más lejos, en mis cajones duerme una novela escrita con quince años que ahora me provoca sonrojo. Y la obra que presenté a Edebé, más de diez años atrás, asoma de vez en cuando a mi pila de reescrituras para que le borre todos los fallos de una redacción demasiado apresurada. Y aún así, creo que ambas contienen buenas ideas. Pero no puedo considerarlas como "publicables". Por eso, con cada relato nuevo que escribo y cada recomendación que intento aplicar creo que mejora mi estilo.

Es más, cuando recibo una crítica a mi capacidad para redactar no la ignoro. Sobre todo si el comentario te llega desde diferentes personas. Incluso podría hacer un ejercicio de imaginación e intentar adivinar cuál habría sido el tono de las críticas a lo que escribí después de El Secreto de los Dioses Olvidados si hubiese hecho oídos sordos a quienes me advirtieron de una "ampulosidad innecesaria en el vocabulario"; defecto que, entre mis amistades, ha pasado a calificarse como "Gongorismo". Y esa fue una de las críticas constructivas, porque cuando comenzaron a aparecer las reseñas en blogs y foros no dejaron de señalar los "peros" que cada lector le encontraba. Es obvio que no se puede gustar a todo el mundo, y que tampoco se conseguiría nada intentando hacer caso a cada observación estilística que se recibe. Pero tenerlas en cuenta me parece mejor postura que menospreciarlas.

Al final, y aquí mis enemigos se empezarán a volver acérrimos, puede que todo sea un problema de madurez. Lo que estoy criticando lo he "sufrido" casi siempre en foros, donde uno no sabe si habla con un jubilado, un profesor o un adolescente (y tampoco sueles tener interés por investigarlo). Además la arrogancia, incluso un cierto punto de elitismo snob, parecen intrínsecos a este mundillo. ¿Acaso reconocer esos errores se percibirá por estos autores como una claudicación? ¿Que admitir fallos les harán de menos dentro de la comunidad? ¿O quizá es una forma de defender un estilo propio, contra los que no sabemos apreciarlo? Como ya he dicho, en mi opinión la base estaría en considerar qué es publicable y qué hay que tratar como un buen borrador a trabajar.

Y sólo como colofón, un fragmento de alguien cuya creatividad admiro, a la par que su capacidad para jugar con el lenguaje (con el permiso de Gigamesh, por supuesto).

"La selva desapareció. Ante ellos, una llanura se extendía bajo la brillante luz de la luna, y a unos doscientos metros se alzaba el brocal, alto hasta las rodillas, de un pozo que parecía más ancho que el Coliseo romano. Sobre el centro del pozo pendía una vasta luminosidad que quizá fuera fuego o rocío, y sus masas suavemente brillantes ascendían y bajaban con la lentitud de los ópalos en la miel. Mirando el movimiento de las luces, Shandy comprendió, con un escalofrío en el estómago, que no tenía ni idea de a qué distancia de ellos se encontraban; en un momento dado parecían mariposas de cristal coloreado que brillasen a la luz de la antorcha de Hurwood, al alcance de la mano, pero al siguiente asemejaban a un fenómeno astronómico que tuviera lugar mucho más allá de los dominios del sol y los planetas."

viernes, 2 de septiembre de 2011

Construyendo la Tierra Asediada (III)


Personajes: Argos

Si tuviera que definir cuál es la importancia de Argos dentro de la saga de "La Tierra Asediada", creo que decir "toda" sería la medida justa. Bastó añadirle a la trama para que el universo tomase forma y coherencia propia.

¿De dónde surge Argos? Pues cobró vida en un cuento corto, durante una temporada en la que intenté presentar una recopilación de relatos de temática terrorífica para un concurso. El personaje era inicialmente un híbrido entre Batman y Van Helsing en la era victoriana. La máscara, el uniforme, el conocimiento arcano... hasta su "cruzada" contra los seres sobrenaturales malignos estaba allí. De hecho, una de las ideas contenidas en las escasas páginas del relato (y que luego resultó harto relevante para la trama) fue la de enfocar el renacimiento de la magia bajo el prisma de una plaga.

Pero, centrándonos en Argos, hay que hablar de los detalles con los que acabó de convertirse en el "cazador de espectros". En su cuento corto se presentaba como un personaje decidido, ampliamente conocido y envuelto en un poderoso halo místico. Suficiente para perfilarlo en 1500 palabras, pero apenas una base a la hora de crearle un historial sólido. Aunque, en ese sentido, reconozco haber "hecho trampa": los datos sobre el personaje han consistido en pinceladas precisas pero breves, de manera que el aura de misterio que le rodea no se resquebrajase. Sigue siendo un justiciero independiente, equipado con armas capaces de eliminar a monstruos ancestrales y sumido en el anonimato. Pero también estoy convencido de que justo en esa barrera de enigmas reside gran parte de su atractivo. ¿Cuál es su identidad? ¿De dónde procede? ¿Cómo se convirtió en Argos? Son algunas de las principales preguntas que, poco a poco, deben ir desvelándose en las sucesivas entregas de "La Tierra Asediada". Y que yo mismo me he hecho, para poder conservar la coherencia del personaje y el universo.

Como he dicho, las principales referencias al construir al personaje fueron Batman y Van Helsing (y aquí los cinéfilos deberán perdonarme si confieso que le debe más a la recreación de Hugh Jackman que al clásico de Anthony Hopkins). De hecho el tono épico, unido al ir enmascarado y al frecuente uso de diversos gadgets (cuya creación me ha divertido bastante), le sitúan más cerca del "hombre murciélago". Pero eso no evita que conserve también rastros del detective por excelencia: Sherlock Holmes. La pista más obvia la da su compañero de aventuras: Marko. Pero seguro que los aficionados a Doyle encuentran muchas otras referencias (que prefiero no desvelar ahora para que podáis disfrutar la sorpresa).

Por otro lado, la mayor dificultad en el proceso de dar vida a Argos residió en encontrar sus "debilidades". Al reutilizar extractos de los cuentos cortos que protagonizaba originalmente Marina, el tono de héroe épico sin fisuras de esos relatos impregnó al cazador de espectros. Y como esas primeras escenas correspondían a momentos álgidos de la trama, al revisarlas comenzó a preocuparme que Argos "se me fuera de las manos" con sus hazañas. Si a eso se le añade que, en esta primera novela, desempeña el papel principal de "conocedor de lo oculto" para que el lector conozca los entresijos del mundo paranormal, no tenía más remedio que encontrar la manera de ponerle en aprietos. Lo cual me llevó a poner un especial interés en demostrar que, incluso con los poderes de la máscara, no era invencible. Además, al tono de misterio y terror de la novela le venía mucho mejor que su principal héroe se estuviese enfrentando a una amenaza tangible. Así que, si pensáis que Argos dispone de habilidades formidables, seguro que aún no habéis leído suficiente.

En cualquier caso, puedo asegurar que Argos me ha hecho disfrutar mucho. Tanto al imaginar su pasado como desarrollando los desafíos que deberá enfrentar a lo largo de la saga. Aún no puedo asegurar que es el personaje en cuya piel quisiera verme metido, pero sé que me lo pasaría genial pudiendo estar a su lado.

martes, 16 de agosto de 2011

Construyendo la Tierra Asediada (II)


Personajes: Marina Liuben

La protagonista de la novela ha sido uno de los personajes que más cambios ha sufrido a lo largo de las escrituras y reescrituras (entre otros, el cambio del nombre después de muchas consultas a mis amigos/lectores). Sobre todo porque llegó a la saga desde una serie de relatos cortos, de corte mucho más fantástico, con una identidad y una personalidad distinta.

Ya conté en el artículo anterior cómo fui transformando la ambientación de la novela para crear un universo propio y original. Y, a medida que la Tierra Asediada tomaba forma, Marina se fue adecuando también a esas modificaciones. Originalmente, el personaje reunía en sí mismo los papeles de Argos y el suyo propio. Debería haber sido como Rom, el caballero del espacio: una exiliada del plano mágico, comprometida con la detención de seres sobrenaturales. Pero al recuperar la ambientación steampunk del relato en el que aparecía Argos, también se coló en la historia el cazador de espectros. Y para evitar la redundancia de "roles", el papel de Marina sufrió la mutación a "pupilo" que posee ahora. Aunque, en cierta medida, tampoco perdió los elementos inspirados por el héroe del cómic-book.

Otro detalle importante fue su aspecto físico. Incialmente, la apariencia de Marina respondía al origen sobrenatural del personaje. Pero las características que le hacían exótica resultaban demasiado obvias o exageradas para la nueva ambientación de la historia. Y en un mundo tan suspicaz con las apariencias extrañas, como es el de la Tierra Asediada, preferí ser un poco más sutil. De ahí que ahora Marina tenga rasgos "zingaros" (lo cual, entre otras cosas, me permitió reforzar los elementos relacionados con la disputa familiar).

En este proceso, lo más complicado radicó en conseguir que la personalidad de la protagonista resultase acorde con sus reacciones. Después de todo, ya no se trataba de un héroe vocacional ni de un guerrero (como ocurría en la "primera encarnación" del personaje). Así que hubo que dotarle de un poso de fuerza de voluntad para ayudarle a enfrentarse a los desafíos que le aguardaban, sin caer en el recurso "fácil" de la rebeldía o el espíritu aventurero. Además, quería que Marina se comportase como cualquiera de los personajes "normales" de la historia. Decisión que me ha permitido luego jugar con una ambientación cercana a los relatos de terror, e imprimir mayor sensación de peligro a cada aparición de los espectros. Y, sobre todo, para señalar la diferente manera en que perciben Marina y Argos la presencia sobrenatural de la trama.

¿El resultado final? Un personaje que, con toda seguridad, le debe mucho a mi relación con los cómics de superhéroes mutantes: aspirante a héroe sin experiencia ni madurez y cuajada de debilidades, pero con cualidades para conseguir grandes cosas. O, al menos, así es como yo la veo.


jueves, 11 de agosto de 2011

"Sin noticias de Gurb" de Eduardo Mendoza


(Reseña publicada previamente en Melibro)

Publicado por primera vez en Agosto de 1991, mediante entregas semanales en el periódico El País, “Sin noticias de Gurb” se ha convertido en la obra con la que Eduardo Mendoza logró uno de los grandes hitos de la parodia literaria. Se da la casualidad además de que este año se cumple el 20 aniversario de esa aparición y Seix Barral ha publicado una edición conmemorativa, para la que han recuperado las ilustraciones de Perico Pastor que acompañaron al texto entonces, además de unas notas del propio artista y una introducción extendida.

Como advertencia, mi experiencia personal aconseja no leerlo en lugares público. No, a menos que no nos importe ser el centro de miradas de transeúntes o compañeros de viaje en el transporte público, al empezar a reírnos sin poder parar.


La sinopsis del libro es harto sencilla: dos alienígenas llegan a la Tierra en una misión científica y uno de ellos, Gurb, desaparece mientras se encuentra realizando una exploración “camuflado” bajo la apariencia de Marta Sanchez. A partir de ese momento seguiremos las peripecias de su compañero (narradas en primera persona y al minuto), al partir a la búsqueda de Gurb.

Con un humor irreverente, muy próximo a las alocadas invenciones del “Flying Circus” de los Monty Python, el anónimo alienígena nos va describiendo las experiencias por las que pasa. A través de sus ojos, vemos la Barcelona pre-olímpica en una sorprendente versión cómica de los cuadernos de viaje de los exploradores del siglo XVIII-XIX, mediante el cual Mendoza demuestra en cada página un talento genial a la hora de reírse a costa de situaciones cotidianas: las obras ubicuas, el tráfico caótico, el fútbol... que tan familiares nos resultan.

Además de la ironía que empapa esas descripciones, el elemento cómico clave del libro son las absurdas situaciones en que se ve envuelto en su afán por comportarse “como un humano”. Principalmente, las múltiples personalidades que adopta durante la historia (Pio XII, el Conde-Duque de Olivares, Romero de Torres, Ghandi...), su apetito desmedido (sobre todo en lo tocante a churros), los conflictos vecinales y sus dificultades para asimilar las sutilezas del cortejo. Gags recurrentes a los que se suman momentos en que una situación hilarante se multiplica de párrafo a párrafo con mínimos cambios.

En definitiva, “Sin noticias de Gurb” se sitúa como una gran parodia de las novelas de ciencia-ficción que, a través de la inocente visión de este visitante, nos permite reírnos a mandíbula batiente de nuestras propias incongruencias.


viernes, 5 de agosto de 2011

Construyendo la Tierra Asediada (I)


Construir el universo en el que transcurre "La Tiera Asediada" fue el resultado de combinar varias ideas generales, a las que aún no había encontrado acomodo en ningún proyecto concreto. Un proceso que no deja de resultarme curioso, por más veces que pase por él, mediante el cual esas notas de ambientación dispersas se fueron retroalimentando y haciendo más sólidas a medidas que unas me aportaban la base para modificar o ajustar las demás.

De hecho, en su germen inicial el mundo de "La Tierra Asediada" estaba formado por dos planos separados: la realidad "cotidiana" y el mundo "mágico". Y ni mucho menos tenía algo que ver con la era Victoriana. La base del libro eran varios relatos que compartían protagonista (la que luego sería Marina), en una versión del siglo XX muy cercana a la de los "comic-books" de superhéroes. Precisamente porque parte de esa ambientación podía identificarse como un "sucedáneo Potteriano", acabé por ponerme manos a la obra para poder ofrecer algo más original.

El proceso para desarrollar la ambientación definitiva implicó enseñarles regularmente a mis amigos las nuevas propuestas, soportar las críticas con estoicismo y seguir puliendo el universo. Así fue como introduje en el trasfondo de la historia una idea, que había estado presente en un par de proyectos futuristas inacabados: una zona de "exclusión", afectada por una terrible plaga, de la cual se mantiene alejada la humanidad. En ese instante el elemento místico reemplazó a las ideas "sci-fi" originales, dando forma a las "Regiones Perdidas" que aparecen en la novela. Y de ahí surgieron escenas como la Roma abandonada, cubierta por los despojos de quienes murieron al comenzar el desastre y habitada por criaturas terroríficas.

Sin embargo, aún no había definido claramente la época en que se iba a localizar la historia. Mi pretensión inicial de ambientar la trama en el siglo XX seguía ahí, pero no encontraba una manera satisfactoria de conciliar magia y tecnología en esa realidad. La búsqueda de una solución se alargó bastante tiempo, hasta que me acordé de cierto relato corto y decidí enrolar a su protagonista: Argos. En cuanto añadí a ese héroe enmascarado, mitad Sherlock y mitad Batman, estuvo meridianamente claro que iba a ser una novela de tintes Steampunk. Incluso podía relacionar todo el trasfondo mágico con un evento histórico real. Y la idea de un universo en el que se enfrentaran la ciencia emergente del siglo XIX con una magia renacida me pareció muy atractiva.

Así fue como el universo de la "Tierra Asediada" comenzó a tomar forma, creando un suelo firme sobre el que hacer andar a esos personajes que estaban rondándome la cabeza.

viernes, 22 de julio de 2011

Más Promoción para la novela


Hoy hay dos artículos porque el primero que se ha publicado esta mañana ya lo tenía programado desde el fin de semana pasado. Este de ahora es para explicar que, desde ayer, existe un grupo en Facebook dedicado a "Umbrales" (aunque ya no sea ese el título, como sabréis quien me tenéis como amistad en la red social).

Aunque seguiré colgando aquí las entregas de la novela, tal y como he hecho hasta ahora, mi intención es que el grupo sirva para promocionar más la novela con otros elementos (como también hizo, por ejemplo, "El baile de los secretos"). Me gustaría añadir "concept-art" de un servidor, con imágenes de los personajes, diseños de algunos elementos, etc... que pienso que podría aumentar la curiosidad de los lectores.

Así pues, aquellos que tengáis cuenta en Facebook y queráis disfrutar con esas "joyitas", estáis invitados desde ahora a uniros.

Hasta pronto.

Bibliotecas, Colecciones, Galos y Mutantes


Recientemente, he comenzado a reagrupar la colección de cómics que tenía dispersa entre mi casa y una habitación en casa de mis padres. Aproximadamente llevaba 8 años (más, si no me equivoco) sin reunir todos esos cómics, y con mi enésimo intento por organizar y colocar todo el material de lectura ha llegado este momento. Y mientras me dedicaba a guardar mis Patrulla-X en cajas, para protegerlas del paso del tiempo, se me ha ocurrido la idea de este artículo.

Porque, en realidad, mi afición al cómic de superhéroes empezó bastante tarde. Y lo hizo para eclipsar por completo mi gusto por el cómic europeo. Lo cual, sin ser malo, pensándolo desde mi punto de vista actual parece un contrasentido.

Me explico. Desde los ¿7? ¿8 años? se puede decir que no había tarde que no la pasara en la biblioteca pública del barrio. De 5 a 8 mi culo no se movía de un banco y el mundo se paraba más allá de las páginas del libro que estuviera leyendo. O del cómic. Y en las bibliotecas populares, la selección era de lo más variada en la sección infantil: Asterix, Mortadelo, Blueberry, Valerian, Eric Castel, Tintín, Lucky Luke, El Principe Valiente... Cada vez que aparecía un álbum nuevo, se producía un terremoto. Todos (y quiero decir todos) nos volvíamos locos por ser los primeros en leerlo, o por lo menos por capturarlo en alguna de las devoluciones.

Mentiría si no dijera que me leí todos esos tebeos. Y los disfruté muchísimo. Blueberry y Valerian me fascinaron (aún recuerdo la escena de "Angel Face" en que el teniente acaba con la belleza del francotirador, o esos mundos y criaturas extrañísimos del agente espacio-temporal). Los dibujos de Harold Foster me siguen pareciendo obras de arte. Me reí a carcajadas con Mortadelo, con las palizas a los romanos, con las locuras de la 13 Rúe del Percebe...

Y sin embargo, eso cambió. Si no me equivoco, coincidiendo con el paso de la Biblioteca Infantil a la Biblioteca Adulta (en torno a los 14 años, creo recordar), cuando te hacían ir a la sala "de los mayores". Y perdías el contacto con los tebeos. Ahora la cosa ha cambiado y los cómics han dejado de ser una lectura "sólo para niños" (de hecho, interpreté algo parecido al papel de asesor en la primera gran selección de cómics "adultos" para la Biblioteca Central de Madrid). Pero entonces, el funcionamiento era diferente. Así que pasé a poder elegir entre miles de novelas de aventuras que hasta entonces me estaban vedadas.

Aproximadamente en las mismas fechas, apareció por mi casa un juego llamado "Los Superhéroes". Una oca de MB (creo), que utilizaba cartas impresas con imágenes de los héroes y villanos de Marvel para decidir los resultados. Evidentemente, a Spiderman, Hulk y los 4 Fantásticos los conocía por las viejas series de televisión. Pero allí había cerca de 50 personajes, de los que no sabía nada excepto el nombre que acompañaba a la ilustración. Y entonces ocurrió...

En una visita al kiosco me topé con la portada del X-Men USA 141 (nº4 de la Patrulla-X en la edición de fórum). Un tipo mal encarado se enfrentaba a un enemigo desconocido, que le estaba iluminando con el típico foco de luz de prisiones. Pero lo importante estaba detrás. Un tapiz de imágenes de otros héroes, con ominosas notas cubriendo cada retrato: Prisionero y Ejecutado. Y aquellos nombres los conocía del juego: Angel, Bestia, Hombre de Hielo, Cíclope, Coloso...


Así que me empezó a corroer la curiosidad. Aquel tebeo costaba 100 pesetas (una cantidad respetable para mí en esa época), pero yo quería saber. Quizá leyéndolo podría descubrir quienes eran esos héroes (que, en un alarde de viveza mental, imaginé formaban parte de un mismo grupo). Así que me volví a mi casa, cogí el dinero y me compré el cómic. Y caí en el vicio. De hecho, llegué a llevarme conmigo la colección cuando me iba de vacaciones (cuando aún no sumaban entre todos muchos más de una docena de números).

Existe un artículo que explica cuál era la razón del éxito de los X-Men en la época de Claremont. Básicamente venía a decir que era muy fácil para un adolescente identificarse con un mutante, porque también estaba sufriendo cambios físicos y mentales y era la época en la que uno empieza a cuestionarse las cosas y a poner todo en duda. Ese sentirse "incomprendido" era el nexo de unión entre los personajes de la Escuela Xavier y sus lectores. Probablemente en mi caso se dio la misma asimilación de conceptos, aunque lo que más me ha atraído siempre de ese universo es la idea de que pudiera hacerse verdad. Poder ver a algunos de esos personajes que admiraba, cara a cara. También es cierto que coincidí en el tiempo, más o menos, con el declive de revistas como Zona 84, Creepy, Totem, y otras que se encargaban de surtir a los lectores con las entregas mensuales de obras europeas. Así que lo que podría haberme mantenido enlazado con mis anteriores obras de referencia se desvaneció, lamentablemente.

Mi recuento actual de cómics debe rondar los 500-600 ejemplares. Más de dos tercios son de los X-Men o colecciones "hermanas". Y desde que dejé de comprar las series, mi afición se ha centrado en recopilatorios o tapa dura (Watchmen, V de Vendetta, Fábulas, Hellboy...) Lo cual, llegando al final de esta disquisición, me supone un cierre del círculo. Apenas tengo una docena de álbumes de cómic europeo en mi colección, pero he vuelto a apreciar esas historias autoconclusivas, con una trama interesante y unos personajes atrayentes. Quizá algún día llegue a purgar mi pecado y coloque las aventuras de Valerian o Blueberry en mis estanterías, pero mientras tanto voy plasmando en lo que escribo las ideas que me dejaron e intento recrear las emociones que sentía al leerlos.

Así que no os extrañe cuando cojáis uno de mis cuentos o mis novelas y os parezca ver a uno de esos personajes mezclados entre la historia. Acertaréis de pleno si pensáis que estoy homenajeando a alguno de mis héroes de la infancia.

jueves, 14 de julio de 2011

Algunas novedades respecto a "Umbrales"


Bueno, pues tras las dos primeras entregas de "Umbrales" (¡¿Cómo?! ¿aún no sabes qué es? ¡Echa un vistazo antes de seguir leyendo, insensato!) creo que es un buen momento para comentar mis sensaciones respecto al proyecto.

En primer lugar, hablar sobre algunos cambios que se producirán antes de que aparezca la versión definitiva. Son producto de los comentarios realizados por parte de las amistades que se leyeron la novela, y que aún no están del todo satisfechos. Básicamente, el nombre de la saga (sí, "Umbrales" pretende ser la primera de varias historias encadenadas) y el de la propia novela. Lo primero ya está casi concretado. Lo segundo está dando mucha más guerra. Y como soy bastante perfeccionista, estoy esforzándome por conseguir un resultado redondo.

En segundo lugar, el éxito de la propuesta. La verdad es que el blog ha recibido bastantes visitas desde que empezó este proyecto, pero el número de descargas de los dos primeros PDFs aún es modesto. Me temo que la gente no es muy amiga de leer en el ordenador, y que el formato de "entregas" no convence tanto como si presentase todo ese texto de una vez. Aún así, los comentarios que se han vertido no dejan de ser buenos, así que en ese sentido estoy bastante satisfecho.

También tengo que hablar sobre la publicación de las siguientes entregas. Mi primera intención era espaciarlas de dos en dos semanas, pero ya para el segundo PDF cambié de opinión y lo publiqué sólo siete días después (como dije, porque los que se descargaron el Prólogo se quedaron con ganas de más). Así que ahora quisiera mantener una cierta regularidad, en pro de mi cordura y de que todo el proceso se atenga a las fechas que yo me había establecido. A partir de la tercera entrega y siguientes, iré publicando alternamente en lunes y viernes, en periodos de unos diez/trece días.

Y por último (de momento), agradecer de corazón el apoyo de quienes están leyendo y opinando sobre la novela. Es de gran ayuda ir conociendo la opinión de esos futuros lectores, y tan sólo quisiera poder atraer a más personas hacia este universo que he creado para que me dijeran qué es lo que he hecho bien o mal. Hasta entonces seguiré dando la tabarra en las redes sociales y los foros, a ver si así voy dando de qué hablar en los círculos de aficionados a la fantasía...

martes, 5 de julio de 2011

Mis "muletas" de escritor


Decir que siempre me ha fascinado atesorar conocimientos puede sonar un tanto pedante, pero es la forma más simple de describir una de mas facetas. Quien me conoce sabe que he acumulado un buen montón de libros sobre los temas que más me interesan: historia, arte, ciencia divulgativa e historia bélica.

Sin embargo, hay una parte de mi biblioteca que viene más al caso y últimamente ha crecido en aras de un deseo de profesionalización. Y esta es, por supuesto, la dedicada a los "recursos literarios". Obras necesarias incluso para aquellos, entre los cuales me cuento, que apenas cometen errores ortográficos y disponen de un vocabulario medianamente amplio.

Empezaré, aunque sea un contrasentido, por hablar de algo que no poseo y, en un mundo de wikipedias y búsquedas rápidas en google, puede sonar a obsoleto: la Enciclopedia Espasa. Sólo he podido servirme de ella durante mi época universitaria, y aún así me sigue pareciendo una fuente de conocimientos magnífica. Algún día espero tener el espacio (y el dinero) para añadirla al resto.

Una vez expresado mi anhelo, continuaré con los libros de referencia que sí guardo en mis estanterías y por qué se los recomiendo a alguien que escriba (o quiera hacerlo mejor).


"Diccionario de Sinónimos y Antónimos". De hecho, poseo dos. ¿Por qué? Porque, tras adquirir el de SM y compararlo con el ejemplar "modesto" que ya tenía previamente, comprobé que algunas entradas se complementaban. Además de su utilidad para ampliar y variar el vocabulario, más de una vez me ha ayudado con esas palabras que se quedan "en la punta de la lengua".

"Diccionario de Uso del Español". Reconozco que lo tengo como un capricho, porque no lo he utilizado mucho. Pero basta tener un rato y hojearlo para aprender muchísimo.

"Diccionario Panhispánico de dudas". Porque, a veces, el Word se empeña en decir que tus palabras están mal escritas. Así que éste suele ser un medio infalible para sacarte de dudas, y de paso saber si es la palabra correcta para el significado que pretendes darle a la frase.

Estos serían mis "imprescindibles". Pero, aparte, también hay unos cuantos libros con consejos útiles que quisiera reseñar:

"La práctica del relato" de Angel Zapata (Fuentetaja). De vez en cuando le doy un repaso a los pasajes que tengo anotados, para refrescar las recomendaciones más interesantes que almacena. Fue el primer libro de este tipo en mi biblioteca, y creo que tuvo un papel relevante a la hora de mejorar.

"Escribir y Reescribir" de Gloria Fernández Rozas (Fuentetaja). La última adquisición de mis manuales literarios. Y es que después de todo el trabajo que le dediqué a la reescritura de las novelas, decidí que me vendría bien una ayuda para optimizar el resultado.

"Puntuación para escritores y no escritores" de Silvia Kohan (Alba). Otro libro que acabó con un buen número de páginas marcadas después de pasar por mis manos. Y su utilidad no estriba tanto en las explicaciones de cómo usar los signos de puntuación, si no en los ejemplos del uso creativo de los mismos por autores reconocidos. Eso lo hace muy práctico para no pensar en ellos como simples elementos con una función rígida en la escritura.

"El origen del Señor de los Anillos" de Lin Carter (Punto de lectura). A lo mejor suena extraña esta recomendación. Primero, porque la obra está agotada. Y segundo, por tocar una temática tan específica. Pero si lo añado es por lo que ayuda a entender. Que, a pesar de la innegable originalidad de su obra, Tolkien recurrió a tramas, ideas, e incluso nombres de mitologías antiguas cuando desarrolló la famosa trilogía. Lo cual te enseña a tener siempre presentes los clásicos, y a perderle el miedo cuando uses las ideas que has leído en ellos.

Y hasta aquí llegan mis consejos. Espero que alguna de las obras que he reseñado os sea útil a la hora de mejorar vuestro estilo literario.

sábado, 2 de julio de 2011

"Las estrellas mi destino" de Alfred Bester


(Reseña previamente publicada en Melibro)

Publicada originalmente como Tiger! Tiger! en su primera edición en Reino Unido (1956), fue en su edición norteamericana (1957) donde se cambió el título por el que ahora conocemos. Aún así, la novela conserva referencias mucho más obvias al nombre original que a la “versión americana” (el poema de Blake que inicia la obra, sin ir más lejos).

Salvando la parte final del libro, se puede considerar que estamos ante una novela de aventuras. En este caso, las aventuras de Gulliver Foyle. Un tripulante mediocre de naves espaciales, al cual le va a cambiar la vida al convertirse en el único superviviente y náufrago en un pecio a la deriva (detalle de la historia que, al parecer, está inspirada en el relato de un marinero que pasó por un trance similar durante la 2ª Guerra Mundial). Y cuando otra nave espacial pase de largo, negándole la posibilidad del rescate, Gully Foyle dejará que todo su futuro quede marcado por el anhelo de venganza.


La trama le hace varios guiños claros a “El conde de Montecristo”. Hay un personaje traicionado y “castigado” en una prisión terrorífica (de hecho, se puede decir que pasa por ese trance varias veces), una venganza que se lleva a cabo gracias a un “tesoro” escondido, y una relación tempestuosa con la mujer que quiere destruir al tiempo que la ama... Sin embargo, Foyle no alcanza el refinamiento de Edmundo Dantes y se muestra habitualmente como el depredador apartado del título original: todo fiereza y sed de sangre.

En cuanto a los elementos de ciencia-ficción, destacaría dos principalmente: la especulación sobre un mundo donde es posible la autoteleportación y la ambientación cuasi cyberpunk en que lo sitúa.

La autoteleportación, denominada jaunteo en la novela, tiene un papel determinante en la trama. Cientos de cambios en la sociedad se deben a la capacidad de la práctica totalidad de la población de “jauntear”: ya no existen medios de transporte terrestres, salvo los que quieren usar los aristócratas para demostrar su nivel social; las casas se han vuelto laberintos para impedir el “jaunteo” de intrusos; quien puede permitírselo, pasa el tiempo viajando siguiendo a la noche para vivir una fiesta continua; y, por supuesto, los criminales son llevados a prisiones subterráneas para evitar su fuga (un castigo menor comparado con la lobotomización). Un dato que puede escandalizar a las posibles lectoras es que, en las familias adineradas, se “protege” a las féminas en habitaciones sin puertas ni ventanas y, por tanto, invulnerables al “jaunteo” de quien podría poner en peligro la honra familiar.

En cuanto a la ambientación “pre-cyberpunk”, comentar que Bester está disponiendo un conjunto de elementos al que sólo le falta un entorno cibernético virtual para ser primo (o padre) del “Neuromante”. En la novela nos movemos la mayor parte del tiempo entre una élite aristocrática (cuyas familias ejercen el papel de megacorporaciones), que pervive en un ambiente cuasi victoriano. Pero cuando nos apartamos de ahí, vemos un mundo mucho más siniestro. Bandas de ladrones que cometen los delitos con impunidad. Drogas de diseño que hacen mella entre los pobladores de las zonas marginales. Empleados capaces de cambiar su personalidad (y su propia individualidad) por convertirse en una “marca de fábrica”... Y a eso se le añaden los implantes de mejora física, la cirugía psíquica, las modificaciones corporales...

Mi único pero es que la acción haya supeditado todo lo demás a su servicio. Hay tantas cosas en la ambientación que sólo llegamos a entrever, que quizás otras veinte o treinta páginas bien nos habrían colmado la curiosidad. Aún así la obra cumple con la capacidad de entretenimiento y asombra hoy tanto como hace cincuenta años.

lunes, 27 de junio de 2011

Una decisión difícil


Hace ya un tiempo que vengo meditándolo, pero ha sido durante esta semana que la idea se me ha clavado en la cabeza (será porque tengo mucho más tiempo para "darle vueltas a las cosas"): quiero que la gente lea mi última novela.

Ya el mes pasado comentaba que la espera de una respuesta por parte de las editoriales se me estaba empezando a hacer muy cuesta arriba. Y aunque me considero una persona capaz de armarse de bastante paciencia, lo cierto es que la desesperanza va haciendo estragos en mi ánimo. Ese deshojar la margarita día a día, viendo que no llega noticia alguna desde los oscuros sótanos en los que algún ermitaño está encadenado a una mesa sin dejar de leer manuscritos de autores ilusionados... me está sacando de mis casillas.


Total, que ante ese oscuro horizonte me armé de valor y empecé a buscar información sobre otros autores que hubiesen optado por la autoedición. Más en concreto, por la autoedición digital (obligado inciso aquí, puesto que debo clamar mi absoluta devoción por el modo de edición tradicional y mis reservas por las opciones de autores noveles en la vorágine de la web). Así que he pasado un rato cotilleando lo que se puede averiguar sobre Amazon, Bubok, Lulú y demás zarandajas. En principio, nada complicado y más que a disposición de quien quiera poner a prueba su sueño de hacerse escritor. Sin embargo, durante esta búsqueda me tropecé con la historia de Fernando Trujillo. Autor al que entrevisté el año pasado, y del cual descubro recientemente que se está cubriendo de laureles literarios en Amazon. A día de hoy, se le puede considerar el (ponga aquí su autor de best-seller favorito) del e-book español.

De mi correspondencia con Fernando ha surgido la decisión que muy probablemente voy a acabar tomando (como ya digo, no sin reticencias por mi miedo a protagonizar una caída al vacío): publicar en formato e-book mi última novela. El plan (denominado EL PLAN, a partir de ahora) consistiría en colgar una parte de la historia a modo de "entregas quincenales", para ir tanteando opiniones. Y posteriormente (hacia Septiembre, por aquello de que aún pueda responder alguna editorial), lanzar en Amazon la novela completa.

Así que atentos al blog, que próximamente habrá novedades con las que entreteneros.

domingo, 26 de junio de 2011

Nubarrones Despejados


En primavera de este año, escribía para comentar el pesimista paisaje que se dibujaba en el mundo editorial nacional. Mi opinión venía mediatizada por la situación que se estaba viviendo en dos planos diferentes, relacionados con la publicación de ciencia-ficción y fantasía.

En primer lugar, y por "proximidad", me hice eco de la dura situación económica que atravesaba Grupo AJEC. Problemas en el cambio de distribuidora le hizo asomarse peligrosamente al abismo de la bancarrota. Por suerte para Raúl Gonzálvez, la campaña que se puso en marcha para conseguir suscriptores funcionó de modo bastante efectivo. Tal y como ha contado en una entrevista realizada recientemente, la supervivencia de Grupo AJEC es un hecho para una buena temporada (lo que, para los escritores noveles de ciencia-ficción debería ser motivo de alegría). De hecho, durante este mes anunció la creación del nuevo portal de venta de e-books de su catálogo: ficcion books.


El otro "nubarrón" al que hice alusión en aquel artículo fue los problemas por los que estaba atravesando Alamut para poder continuando con la edición de "Las Monarquías de Dios". Tras una prórroga en el periodo de suscripción, me sorprendió comprobar que la cifra mínima se acabó consiguiendo (150). Eso significa que los lectores podrán seguir disfrutando con las aventuras ideadas por Kearney. Por tanto, lo que parecía que iba a ser un desastre ha acabado (tras momentos de tensión propios de alguna película) en sensación de alivio para todos los implicados.

Desde luego, es una gran alegría saber que los aficionados a la ciencia-ficción y la fantasía en España pueden seguir contando con dos fuentes de títulos interesantes. Es una suerte, sobre todo teniendo en cuenta la escasez de novedades (a nivel de autores y obras) que está causando la crisis.

jueves, 16 de junio de 2011

Contra la espada... y el papel


Como diría cierto personaje de una vieja serie de vikingos... Estoy entu-sias-ma-do!!!!! La gente de "La espada en la tinta" me propuso recientemente hacerme una entrevista para su blog y, por fin, hoy se ha publicado!!!

Me ilusionó bastante saber que estaban interesados en mí, porque Loren hizo una de las reseñas más completas (y favorables) de "El Secreto de los Dioses Olvidados". Así que es un gran placer ser el autor que inaugure su nueva sección de entrevistas. Además la batería de preguntas ha sido muy variada: desde el cotilleo sobre aficiones a los necesarios referentes literarios de mi obra, pasando por los proyectos futuros (espero que, con un poco de suerte, algún editor se entere de que hay una novela mía aguardando que la publiquen).

Para leer la entrevista, sólo tenéis que hacer click aquí.

viernes, 10 de junio de 2011

Asomando la cabeza


No voy a negarlo. 2011 empezó bien, me hice ilusiones... y de pronto me encontré metido dentro de un banco de arenas movedizas. Y ahora, por fin, seis meses después de engullir uvas a voz en grito, parece que voy saliendo de ese pozo.

No son grandes cosas. Quizás poco más que dejar ver la frente. El caso es que me propusieron entrevistarme hará una semana o así, y como la oferta vino adornada con algunos piropos artísticos lo cierto es que me infundió bastantes ánimos. Sobre todo un comentario al estilo "están tardando en publicarte lo último que hayas escrito", que con la espera que voy acumulando me hace plantearme si no tendré que arrojarme en los brazos de la autoedición.

El otro factor de esperanza es que estoy consiguiendo sacar adelante una novela corta de terror que, dicho sea, no entraba en mis planes durante este año. Pero me comentaron que podía tener opciones de publicarla y, tras dar palos de ciego con otra trama que también tenía a medias, acabé por ponerme a ello. Además, la idea original parte de un cuento corto que quise escribir para echarme unas risas con los amigos. Pero a medida que iba desarrollando la historia me fui dando cuenta de que la cosa se alargaba sin solución de continuidad, y tenía claro que necesitaría más de quince o veinte páginas para completarla. Así que parece que esos meses de quedarme en blanco delante del papel se van quedando atrás.


(aquí debería ir una foto de Schwarzenegger asomando del agua, pero internet no ha querido colaborar)

Aunque nunca logro cumplir los plazos que me impongo (suelo ser bastante optimista respecto a mi velocidad de escritura y al volumen de palabras por páginas que voy a completar), el argumento general lo tengo tan claro que ahora las escenas me van surgiendo con relativa facilidad. De momento sólo estoy escribiendo pasajes sueltos, porque sé que no soy capaz de escribir una historia tan larga de forma lineal. Así que esperaré a que me quede poco para alcanzar el límite de palabras impuesto, y entonces empezaré a organizarlo todo (un sistema que me permite, por otra parte, más libertad con la estructura de la trama). Hecho lo cual me gustaría registrar un borrador final antes de que acabe el verano.

Lo malo es que será el momento en el que me tocará volver la cabeza hacia ese montón de cuadernos y notas que aguardan en la "estantería de trabajo" (junto con un prólogo y un primer capítulo esbozado) para atacar de nuevo la primera secuela de lo que pretende ser mi saga victoriana-sobrenatural. A ver si la suerte acompaña y ya he recibido una oferta para editar la novela inicial (mantendré los dedos cruzados)...