martes, 31 de diciembre de 2013

Repasando el 2013

Para el último día del año, y copiando la idea de la manera más burda a la mayoría de cadenas televisivas, me pareció que lo más apropiado es un resumen con lo más destacado de los anteriores 364 días. En especial porque el 2013 ha servido para fijar una nueva marca a superar en lo que a "obras publicadas durante el año" se refiere. Pero ha habido algunas cosas más, y no está de más recordarlo (con efecto especial clásico incluido)


Ya que han servido para abrir cada mes, lo primero de lo que toca hablar son las entrevistas realizadas en Párrafos Perturbados. Este año, por aquello de las implicaciones del número 13 con la superstición y el terror, decidí que sería una buena idea convertir la sección del Cuestionario en un apartado temático. Y por suerte para mí, unos cuantos de los miembros de NOCTE se avinieron a contestar a mis preguntas. En total fueron once entrevistas, que han servido para dar a conocer una buena cantidad de obras de terror patrio, y a sus respectivos autores: algunos cuya carrera empieza a subir como la espuma, otros cuya trayectoria les convierte en veteranos del mundo editorial, alguna dama que oculta su lado oscuro bajo un sonrisa beatífica, y algún que otro joven con ganas de despuntar...


En segundo lugar, me apetece comentar ciertos detalles sobre los relatos que han ido publicándose a lo largo del año. Una actividad que se concentró sobre todo durante los primeros meses, cierto es, pero también sirvió para que me cargara de ánimos para la segunda mitad del año.

El relato que "rompió el hielo" de este año fue La caja mágica, incluido en la recopilación de relatos de Primavera del 2012 del foro Abretelibro!. Una historia breve e intimista, que ya había circulado por otros concursos. Si me alegró verlo publicado es porque el concurso del foro, año tras año, se ha enriquecido con participantes de bastante calidad. Y aunque siga sin conseguir el triunfo en ninguna de las convocatorias, aparecer entre los mejor valorados es un premio en sí.

Poco después se publicó la colección de cuentos que, personalmente, mayor relevancia ha tenido en este año en cuanto a "mejora del currículum": Ácronos. Para la ocasión, y con la idea en mente de distinguirme entre los demás relatos, acabé presentando Wukan Inké: un relato ubicado en un far-west dominado por la magia tribal de los indios, pero cuya idea original había sido un relato en el espacio... casi veinte años atrás. Teniendo en cuenta que el 2013 ha acabado siendo el año en que las editoriales "descubrieron" el Steampunk escrito en España, me alegra no haberme quedado fuera de este movimiento.

En primavera, mi suerte continuó gracias a la publicación de El sueño de volar. Un relato cuyo recorrido es casi tan curioso como el del anterior. Escrito primero como un ejercicio para un taller literario, luego se recortó para aparecer en un concurso de Mensa y finalmente lo aceptaron en Ekto Magazine. Otra historia intimista, que vuelve a situarse en ese intervalo entre el final del XIX y el principio del XX al que tengo tanta querencia. Lo único malo es el hecho de que, por lo visto, Ekto nació y probablemente murió en ese número 1. Porque me hubiese encantado volver a participar.

El otoño, después de una espera que se me hizo bastante larga, me dio la oportunidad de estrenarme con un género que se puede considerar en las antípodas de mi estilo habitual: el relato infantil. Cuentos de Ciudad Esmeralda, con un propósito altruísta al que fue muy complicado resistirse, me ayudó a redactar una idea que llevaba un tiempo intentar poner en negro sobre blanco (inspirada por la influencia que tuvo La Historia Interminable en mi juventud). En mi opinión el resultado fue bastante satisfactorio, aunque sigo esperando críticas de personas fuera de mi círculo de amistades.

Finalmente, un poco antes de que llegara el invierno, vio la luz una segunda recopilación de relatos auspiciada por Abretelibro!. En esta ocasión, se trataba de los relatos seleccionados de entre los participantes en su concurso de Ciencia Ficción. Extrañamente, siendo uno de los géneros que mejor debería manejar, acabé rescatando un relato de tiempo atrás que no consiguió destacar entre el resto de obras. Betia Tría explora las posibilidades de unir computadores y cerebros orgánicos, junto a una temática clásica (que siempre me ha atraído): la autoconsciencia de las IA, si bien el planteamiento no caló en los lectores y ha sido de mis participaciones menos exitosas en los concursos del foro.

(Gothicus, ilustración de Sketchbook)

Otro aspecto que ha ocupado bastantes artículos del blog han sido las reseñas de libros. Desde que empecé a colaborar en Melibro, he procurado publicar al menos una reseña al mes. Una intención que no siempre ha sido fácil de cumplir, pues en los momentos de mayor actividad de escritura suelo desconectar de la lectura de cualquier libro. Finalmente, sólo hubo tiempo para comentar siete obras, aunque confío en que aquellos que lean mis artículos puedan usar mi opinión para decidir si quieren sumergirse en las páginas del libro. Eso sí, este año la ciencia ficción ha ganado por goleada al resto de géneros. Salvo por la aparición de La Princesa Prometida, las historias con toques futuristas o retro-futuristas han sido las protagonistas de mis reseñas.


Una de las razones para que haya consumido tanta ciencia ficción radica, seguramente, en el hecho de que los proyectos que he ido manejando durante el año iban encaminados a ese género. Pero, mientras que las ideas para relatos han salido adelante con mayor o menor éxito (por los comentarios de mis lectores críticos, quisiera tener aún más confianza en ellos), los proyectos para historias de mayor recorrido se han estancado igual que me había ocurrido en el pasado. Esto ha acabado produciendo un atasco considerable que, espero, pueda aligerar al inicio del 2014. Hay al menos tres historias cuya trama tengo clara, y quisiera retomar para poder darles el punto final: una novela de terror, una historia steampunk-pulp, y la secuela de Úmbrales, cuyo desarrollo se detuvo hace tiempo y mi tendencia a la dispersión ha dejado aparcada mucho más tiempo del que quisiera. Por otra parte, puedo decir que el año que viene debería empezar con la aparición de varias recopilaciones en las que estoy muy orgulloso de haber participado. Y que espero sirvan para seguir dándome a conocer entre los lectores de steampunk y terror.


Por último, relacionado con todo lo anterior, debo hablar de mi participación en eventos literarios. La mayoría de los cuales ha estado relacionada con mi introducción en los círculos del Steampunk nacional. Y aquí hay que hacer un apartado para unas personas que se merecen toda mi admiración: Josué Ramos (coordinador de Ácronos) y Janaceck Jadehierro, de los mayores fans del movimiento steampunk y organizador de uno de los eventos nacionales destinados a promocionarlo. Con ellos he coincidido en varias de las presentaciones que se hicieron de la antología (la más importante, en la Feria del Libro), y puedo decir sin temor a equivocarme que son la personificación de la ilusión por un proyecto, cada uno en su campo.

En cualquier caso, y reconociendo que me gustaría volver a repetir con la cita en la Feria del Libro, este año que viene procuraré estar atento a cualquier evento Steam y no dejar pasar algo como el MadLab. De hecho, mi intención es intentar estar "hasta en la sopa". A ver si así conseguimos que este dirigible despegue finalmente y nos colocamos un escalón más arriba en el mundillo editorial.

Y hasta aquí mi breve resumen del 2013. Nos vemos (y leemos, espero) en el


domingo, 15 de diciembre de 2013

Nocteautores: Míkel Rodríguez

Antes de terminar el año, voy a dar por finalizada la presentación de miembros de la asociación NOCTE con uno de sus decanos (si no por antigüedad en la misma, por edad y experiencia). Se trata de Mikel Rodriguez, profesor en el País Vasco y resucitador de seres fantásticos del folklore del esa zona, al cual se ha podido ver recientemente en las jornadas de la TerBi (con vídeo incluido). A quien le guste ese universo, le recomiendo fervientemente que se acerque a una librería y se haga con algún ejemplar de sus libros.


¿Qué puedo añadir? Pues que es una de esas personas a las que, después de conocerlas por correo, entran ganas de compartir un café (y lo que se tercie). Y, teniendo en cuenta la afición de ambos a recurrir a hechos y personajes reales para crear historias, probablemente sería una charla muy larga. Pero ahora, es tiempo de dar paso a la entrevista.

1. Cuando pensaste en publicar por primera vez, ¿Qué te motivó a hacerlo?
En mi caso existe una dicotomía. Como autor de “no-ficción”, mis libros han intentado devolver la palabra y la memoria a los perdedores, a los invisibles de la Historia. Por eso publiqué Maquis y mis siguientes libros. Pero en el campo de la ficción, mis móviles son mucho más egoístas. Se trataba de cumplir un sueño que albergaba desde adolescente: ambientar en mi contexto geográfico y cultural los relatos de terror que por entonces leía. Cambiar las Trece Colonias puritanas o Transilvania por San Sebastián o un valle del norte de Navarra. Poner negro sobre blanco relatos de gizotsos (hombre-lobos), lamias (vampiras acuáticas) y asesinos en serie reales como Díaz de Garayo, el “Sacamantecas”. Relatar cómo a diez días de navegación de la colonia española de Ponape “el muerto Cthulhu espera soñando” y como se erigió el Seminario Seráfico de Lekaroz para evitar que se levantase de nuevo.

2. ¿Cómo ha sido, hasta ahora, tu experiencia en el mundo editorial?
Excelente. Soy consciente de ser un afortunado. Me han publicado cuatro editoriales diferentes y siempre eran mi primera opción. Muchos compañeros mejores que yo han tenido que peregrinar de editorial en editorial con el manuscrito bajo el brazo. Pero en mi caso todo se ha desarrollado rápido y a satisfacción de ambas partes.

3. ¿Dónde buscas la inspiración para tus obras?
En la literatura de terror clásica (Stoker, Lovecraft, Alexei Tolstoi...) y en el folclore y la Historia del País Vasco. Curiosamente, no existe una tradición escrita de terror en Euskadi pese a que los mitos y leyendas transmitidos por vía oral son muy numerosos. Que yo sepa, previamente a mi libro se había escrito únicamente el relato La antigua raza de Lovecraft, Infierno helado de Martínez Biurrun y algún cuento de Miguel Ángel López. Así que parece que me toca hacer de pionero.

4. ¿Cuál es tu medio favorito? ¿El relato o la novela?
Yo solo escribo relatos. Pero no porque los prefiera. La novela, de momento, queda más allá de mis aptitudes literarias. Con esto no afirmo que sea un género superior, simplemente que no me veo capacitado.

5. ¿Cuánto te han influenciado tus estudios y /o tu profesión a la hora de escribir?
Totalmente. Soy profesor de Historia y eso se aprecia en mi obra. A menudo mis lectores me comentan: “¡Me gustó mucho ese relato ambientado en el siglo XVI! Más que el que se desarrolla en el Festival de Cine de Terror de San Sebastián o en el instituto”. Soy viejuno por vocación y profesión, no lo puedo evitar. Por otro lado, a menudo mis protagonistas son personajes históricos reales, más o menos conocidos. Escritores como Pío Baroja o Samaniego, notables como la reina Juana de Albret o el conde de Peñaflorida, aventureros como Jean Lafitte o Martina Ibaibarriaga, asesinos en serie como Díaz de Garayo...

6. ¿Son los foros literarios el mejor medio de promoción de los autores noveles? 
No sabría decir si son “el mejor”. Y, como no soy tertuliano de televisión, no lo digo. Lo que sí está claro es que ayudan mucho a los que estamos empezando.


7. ¿Tienes alguna rutina diaria para escribir, o te dejas llevar?
No, simplemente espero que surja la inspiración y, en ese mismo momento, escribo todo el andamiaje del relato, que luego retocaré y embelleceré durante meses. La putada es si la inspiración te llega en la cama a las tres de la madrugada, que en mi caso es lo que suele pasar.

8. ¿Hay algún manuscrito que guardes en un cajón porque aún no lo consideres suficientemente bueno?
No, el 12 de diciembre de 2012 envié a mi editorial todo lo que guardaba en el cajón y ya lo ha publicado. Los manuscritos que no funcionan a la primera alimentan a la chimenea.

9. Algo que puedas contar sobre tu último proyecto literario...
Sí. Como acabo de comentar he publicado mi segunda antología de cuentos titulada Caperucita y otros relatos vascos de terror, que sigue la fórmula del primer libro, Sacamantecas. Ahora estoy de promoción y, en cuanto recobre aliento y ganas, me pondré a buscar la trilogía.

10. Qué te falta por hacer ¿Plantar un árbol? ¿Tener un hijo?
Árboles... Mi abuelo de niño me hizo plantar uno, lo que siempre le agradeceré. Luego en el colegio más y posteriormente en mi casa. Pero la paternidad de momento se me escapa. Porque ellas no quieren, yo lo intento regularmente.

11. ¿La última novela que has leído y recomendarías?
Acabo de terminar, con excusable retraso, Las manos del carpintero. Digo excusable porque no estaba traducida al castellano. Es una novela policíaca, cruel y brillante, que me atrapó totalmente y el giro final es de lo mejor que he leído nunca.

12. ¿En qué personaje literario te reeencarnarías?
George Orwell. Soy bastante mitómano, así que para elegirlo no me basta que escriba bien, tengo que admirar al personaje. Y Orwell, además de portentoso (estoy pensando en Homenaje a Cataluña), me parece un ser excepcional.


13. ¿Edición tradicional, o edición digital?
Por gusto, la tradicional. ¡Ese olor a libro nuevo y su deterioro paulatino por el uso...! El libro de papel, que con el tiempo se va haciendo mayor y más sabio, envejeciendo mejor que nosotros. Pero los recursos del planeta son finitos y nuestras necesidades a la fuerza tienen que serlo también. Así que la edición digital deberá crecer a costa de la tradicional. Aún así, no creo que ésta desaparezca.

14. Aparte de escribir, ¿practicas alguna otra disciplina artística?
Sí, la circense, con escaso aprovechamiento. Intento domar orangutanes, cebras, ñus y jirafas todos los días de 8.30 a 15 horas, en el Instituto de Lekaroz. También escribo guiones para cortometrajes, siempre en el género de terror. Mal debe de andar el cine porque alguno ha sido premiado.

15. ¿Algún sueño que te falte por cumplir, y puedas confesar?
Con evitar las pesadillas ya me doy por satisfecho.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Nocteautores: Anna Morgana Alabau

Llegamos al final del año con una nueva entrevista. En esta ocasión se trata de una compañera Nocteña que, según mi escaso conocimiento de la asociación, puede aspirar al título de vagabunda honorífica dada su afición a ir de país en país: Anna Morgana Alabau.


¿Qué puedo decir de Anna? Pues que es de esos artistas multi-disciplinares que, en algún momento, tendrá que "reventar". No puede ser que tocando tantos campos no acabe nadie por descubrir su talento. Y, mientras tanto, es de admirar su constancia y capacidad de aprovechar las nuevas tecnologías para darse a conocer. Un ejemplo en el que pueden mirarse otros autores que estén planteándose probar suerte con la edición digital. 

1. Cuando pensaste en publicar por primera vez, ¿Qué te motivó a hacerlo? 
A decir verdad, creo que no lo pensé mucho. Tenía un libro de cuentos escrito, una correctora muy entusiasta y pensé “¿Por qué no? Voy a mandarlo, a ver qué pasa”. De hecho, el “a ver qué pasa” es una gran filosofía de vida, a veces. Lo intentas. Si no sale, bueno, pues te quedas como estabas, y si sale… En mi caso recibí el e-mail de la editorial y me puse a saltar por la casa como un canguro anfetamínico. Luego llamé a todo el mundo que pude, escribí mails, mandé mensajes… Supongo que ese subidón de autoestima que te da el reconocimiento ajeno tiene bastante que ver con los motivos por los que uno publica. Al menos en mi caso, que tengo un niño interior que se me come por dentro. De todas maneras, lo mejor de publicar es ver a mi abuela de 93 años leerse los cuentos que escribo. 

2. ¿Cómo ha sido, hasta ahora, tu experiencia en el mundo editorial? 
Escasa. En una palabra. Firmé con una editorial pequeña, que se comprometió a publicar “el libro en formato papel o e-book” en menos de un año. Y lo hizo, con el e-book. Lo malo es que el formato papel lleva ahí parado desde 2010, así que contenta, lo que se dice contenta, no es que esté. En cuanto a las demás publicaciones, he tenido la gran suerte de ir de la manita de algunos miembros de NOCTE, que se han encargado de pactar las condiciones con las editoriales. De ellos he aprendido muchas cosas (y las que les quedan por enseñarme), del mundo editorial y de otros mundos, así que espero que mis futuros contactos con el mundo editorial sean, por lo menos, más productivos. A parte de esto (y ahí es donde cojo la pala y me cavo la tumba), soy una gran partidaria del Creative Commons y estoy tremendamente expectante ante el cambio en el mundo editorial que creo que se está avecinando. Mis motivos son egoístas, pero son los míos: si las editoriales me pagan una miseria por cosas que hago yo, que saco de mi cabeza y de mi tiempo libre, y el precio que ponen ellos impide a mucha gente acceder a ello… prefiero que lo tengan gratis y lo difundan, aunque yo gane menos. El hecho de que alguien considere algo mío digno de difundir a la otra gente… En fin, es pura egolatría, pero si los derechos que paga la industria editorial no me dan para vivir (o para un mínimo sobresueldo), mi prioridad en cuanto algo está escrito es que lo lea el mayor número de gente posible. Suena un poco naïve y no es tan simple como acabo de ponerlo, pero a grandes rasgos, soy una romántica (de Bécquer, no de Danielle Steel) y estoy condenada a sufrir por ello… 

3. ¿Dónde buscas la inspiración para tus obras? 
En la naturaleza, en lo que conozco y en lo que aprendo. La vida es algo terrorífico, terrible, con un destino final desconocido y espeluznante. Tengo amigos biólogos a los que avasallo a preguntas, que me cuentan las cosas más horrendas que se puedan escuchar sobre avispas parásitas, animales que se comen a otros desde dentro, virus y bacterias que se reproducen de maneras bestiales… Si escuchas un poco a la gente que sabe cosas que tú desconoces, o que sabe más que tú de las que conoces un poco… En fin, hay para escribir durante todas las eras de la humanidad elevadas a infinito. Creo que la curiosidad es lo único con lo que naces que eres capaz de llevarte a la tumba, así que intento mantenerla tan viva como cuando era una niña y preguntaba todos los porqués 

4. ¿Cuál es tu medio favorito? ¿El relato o la novela? 
Es difícil. Diría que el relato, porque he escrito más. Hasta hoy, he escrito una novela que guardé en un Dropbox porque no acaba de gustarme, tengo una a medias que se arrastra como un zombi a medio descomponerse y la Novela, en mayúscula, que llevo un año escribiendo y que espero acabar algún día. Es complicado: escribir un relato es como montar en una montaña rusa. Es empezar con expectativas, escribir como una loca durante momentos de tensión, drama, inquietud, emoción… y acabar con el corazón encogido y la respiración entrecortada. Luego queda repasar, reescribir, borrar y todo lo demás, pero es una manera de escribir que no puedo repetir en una novela. Es un proceso distinto, con el que quizá me sienta más cómoda. De todas maneras, la novela te permite cosas que en el relato están vetadas por extensión y ritmo, y me apetece probar a llevarlas a cabo… “a ver qué pasa”. 

5. Aparte de la escritura “literaria”, ¿hay algún otro medio que practiques, o que te gustaría probar? (poesía, periodismo, teatro, guión de cine/cómic/tv...) 
En realidad empecé con el cine. Estudié Comunicación Audiovisual porque quería dirigir cine (¡qué cagada!), y no lo descarto si alguna vez se presentase la oportunidad. Luego me interesé mucho en el guión y en el cine de animación en especial. He trabajado como animadora (de dibujos animados, no de gente de la tercera edad, aunque seguro que también es interesante…) y es un mundo que me encanta. Ahora trabajo como escritora de contenido para páginas web en Londres: periodismo, artículos, notas de prensa… y no está nada mal. A decir verdad, me gusta bastante, pero no tiene punto de comparación con ponerme ante una página en blanco y dejarme llevar por toda la mierda que llevo dentro y la que pasa fuera para crear algo que es sólo mío en ese momento pero puede llegar a ser de muchos más… El cómic también es un medio que me fascina. Tengo mis pinitos hechos en fanzines y tal. Supongo que casi todos los que sentimos el impulso empezamos por el mismo lugar… Como decía, la curiosidad es una de las mejores cualidades del ser humano, y desde luego es una que no estoy dispuesta a desaprovechar. 

6. ¿No crees que actualmente se enfoca demasiado la carrera de escritor hacia la consecución del éxito editorial, sacrificando incluso la calidad literaria? 
Es una tendencia, sí. Personalmente creo que los monstruos editoriales están intentando pegar las últimas dentelladas antes de morirse. Creo que podemos estar ante un cambio de paradigma, para bien o para mal, y la industria está intentando sacar el máximo dinero que pueda antes de que ocurra. Desafortunadamente, muchos escritores están de acuerdo con ello y por eso tenemos un montón de best-sellers que no pasan de fanfic glorificado. No digo que yo sea mejor, o que pueda hacerlo mejor. Lo intento y con eso, de momento, me basta. Tengo fanfics escritos por ahí, pero ni los voy a borrar ni voy a intentar que me los publiquen. Me parece una ridiculez, aunque tenemos muchos ejemplos de ello… A mucha gente le gusta leerlos, ¿por qué no? Pero cuando yo leo un libro, espero algo más que simple entretenimiento, una calidad, un “algo especial”… Así que, a la hora de escribir, escribo lo que me gusta leer. Nada más. Al final, todo acaba siendo una decisión personal de cada escritor y de cada lector y, aunque no las comparta, las respeto. Después de todo, podría ser yo la que esté equivocada… 

7. ¿Tienes alguna rutina diaria para escribir, o te dejas llevar? 
Tengo una entropía rutinaria, por así decirlo. No tengo mucho tiempo, así que intento sacar las horas que puedo de dónde puedo para escribir, aunque sea un ratito. Como no tengo un “hogar” fijo ahora mismo, me voy a bares, a cafés o dónde sea que haya gente paseando y pueda tomarme un té o una birra. Me empano un rato mirando a la gente hablar, caminar, gesticular… y pienso en cosas, en lo que siento… intento entrar en un estado de ánimo. Luego me pongo a escribir como una demente, en el ordenador o en una libreta, hasta que me siento muy cansada y veo que me cuesta sacar las palabras, o hasta que me tengo que ir a currar o a hacer algo. No es una rutina, per se, pero es la única manera en la que puedo trabajar ahora mismo. Me gustaría poder vivir de escribir por el simple motivo que, a veces, necesito poder permitirme pasar dos horas ante la página en blanco sin que se me ocurra nada. Ahora no puedo hacerlo y eso convierte el proceso de corrección y reescritura en algo un poco más tedioso, porque muchas veces, cuando escribo, lo que hago es un vaciado mental que tendré que reordenar luego. Por suerte, he empezado a usar yWriter y Dropbox para no volverme completamente loca entre libretas, ordenadores distintos, mil versiones de un mismo archivo, el orden de los capítulos… Escribir, sobre todo novelas, puede ser un tanto abrumador para una persona un poco obsesiva-compulsiva… 
8. ¿Hay algún manuscrito que guardes en un cajón porque aún no lo consideres suficientemente bueno? 
Sí, vaya que sí. Lo que pasa es que mis cajones actualmente se llaman Dropbox, Google Drive y Muninn (el nombre de mi disco duro extraíble). Tengo algunos textos allí que no me acaban de gustar, tengo otros a los que les hace falta “madurar” antes de corregirlos, tengo algunos que se han quedado a medias y muchas ideas para escribir otras cosas. Luego tengo una libreta (Huginn) en la que pego recortes de periódicos, post-its, trozos de telas, hojas de árboles y demás mierda que me encuentro por ahí y que me sugiere cosas para escribir otras cosas… En fin, la entropía ordenada que mis amigas dicen que valdrá una pasta cuando me haga famosa y me encierren por loca (lo que no tienen claro es si saldré en los periódicos como escritora o como abuelita psicópata que enterraba jovencitos en su “backyard”) haha 

9. Algo que puedas contar sobre tu último proyecto literario... 
Bueno, últimos hay unos cuantos, pero la Novela, en mayúscula (se lo merece por el tiempo que llevo dándole a la tecla con ella) es una distopía steampunk. ¿Una qué? Pues un experimento, en general. Es mi primer paso en un género que me apasiona por su escapismo, por su barroquismo, por el peso de la belleza estética de los objetos a pesar de su poca practicidad… No sé, tiene algo que conecta muy profundamente conmigo. Sin embargo, es un género muy optimista, y de ahí la distopía. Creo que soy incapaz de escribir algo feliz y alegre. No porque no lo sea, sino porque no es lo que necesito sacarme de dentro… Y hasta aquí puedo leer. 

10. Por fin, eres una autora consagrada... ¿a qué lugar del mundo le pedirías al editor que te enviase “para inspirarte y documentarte”? 
Uff, pues depende de lo que estuviera escribiendo. Ahora vivo en Londres, un lugar fantástico para escribir steampunk. Salgo de casa y veo cosas victorianas todos los días, salgo de fiesta y me junto con gente que lleva ropa o accesorios steampunk, que habla de los libros, las películas, los cómics,… Es un gozo absoluto. Tengo en el tintero una novela de vikingos y me encantaría volver a Noruega, donde se me ocurrió, para vivir allí un tiempo y escribirla, para inspirarme con el ambiente en el que se desarrolla… Aparte de eso, para escribir lo que sea que quiera escribir, suelo embarcarme en una odisea documental de tres pares de narices. Me encanta, no le puedo hacer más. Busco y rebusco por Internet, me compro libros, voy a la biblio… me hago unos apuntes dignos de tesis doctoral que la mayoría de veces acaban sin aparecer en el relato o en la novela,… pero es que yo soy así y ni lo puedo ni lo quiero remediar. Supongo que soy una autora consagrada, por así decirlo. Yo suelo decir que soy una friki de las cosas guays: la documentación, la ortografía, la gramática… 

11. ¿La última novela que has leído y recomendarías? 
Hija de lobos de Víctor Conde, sin ninguna duda. Disfruté mucho con esa novela, con el montón de documentación que lleva detrás, con el giro que le da al monstruo clásico, con la complejidad y la coherencia de sus personajes, con la adecuación a un estilo y a una época remotos, pero literariamente identificables, sin renunciar por ello a técnicas narrativas modernas… Es una de esas novelas que le llenan a uno la boca recomendándolas. 

12. ¿En qué personaje literario te reencarnarías? 
Esta es la pregunta que me cuesta más contestar. Hay tantos y tan buenos… Pero, en el fondo, y por mucho que yo diga que algo de realidad tiene que haber aparte del personaje literario, sé que sólo hay uno en el que me reencarnaría por los siglos de los siglos de los siglos, y es Morgana Le Fay. Hija de Avalanch, reina de Avalon, jefa de las nueve herederas de la Isla de las Manzanas, hechicera, curandera, capaz de transformarse en animales, madre del Caballero del León, tía de Mordred, superviviente de la batalla de Camlan… Morgana es un personaje poderoso y fascinante, uno de esos que, si conecta contigo, lo llevas dentro toda la vida; de los que conoces tanto que, cuando alguien te discute algún aspecto de la historia, reaccionas como si te discutieran a ti misma… (¿Queda alguna duda de que soy una romántica?). 

13. ¿Edición tradicional, o edición digital? 
Las dos. Sin duda. Y a poder ser, POD (impresión bajo demanda). La edición digital es más barata para el consumidor, lo que para alguien como yo y los que están en mi entorno significa ser capaz de acceder a más libros al mes sin tener que recortar en comida (lo que se agradece). Además, tiene un componente eco-consciente que es bastante importante para mí. Suelo comprarme los libros en digital primero y, si me gustan mucho, luego me los compro en papel. La impresión bajo demanda simplemente significa que no hay un stock de libros ya producidos que nadie compra y se tienen que destruir. Consumir recursos produciendo cosas que luego hay que destruir consumiendo otros recursos es una idea que me pone muy nerviosa y particularmente cabreada. Así que la POD me parece una muy buena solución: leo en digital y, si tengo ganas de sostener un libro (que las tengo) o siento el afán coleccionista que seguramente me llevará a pedir al autor que me lo firme en algún momento, pido un ejemplar en papel. No creo que haya una solución buena o mala, sólo soluciones conscientes e inconscientes, sentido común o la falta de él. 

14. Aparte de escribir, ¿practicas alguna otra disciplina artística? 
Solía ilustrar, aunque hace tiempo ya. Estuve muchos años yendo a clases de pintura e ilustración de cómic, y soy animadora, aunque hace años que no “ejerzo”, por decirlo así. Pero me encanta. Sé que si tuviera tiempo volvería a hacer cortos gilipollas en mi casa sólo para quitarme el mono de animar. Espero tenerlo algún día. De mientras, hago muñecos de palo que se mueven en los bordes de los post-it y dibujo tonterías en los papelotes en los que tomo nota en las reuniones con los clientes en el trabajo. Algo es algo… 

15. ¿Algún sueño que te falte por cumplir, y puedas confesar? 
Millones, supongo. La verdad es que sueño mucho y muy alto, así que hay muchas cosas en mi lista… Si quito lo típico de conquistar el universo, volar y tal… supongo que mi sueño confesable más reciente es acabar la novela y publicarla. A poder pedir, genio de la lámpara, me gustaría que tuviera un público entusiasta dispuesto a difundirla, e incluso a crear un fandom de ella (¿te imaginas? Haha) y si todo esto me diera “dineros en cantidades”, hay una persona a la que me gustaría poder ayudar aunque fuera una décima parte de lo que me ha ayudado ella durante toda mi vida. Eso, y otros sueños menos confesables (para la próxima…).

viernes, 29 de noviembre de 2013

"Conan el Cimmerio", de Robert E. Howard (Vol.6 de Timun Mas)

En una de esas incoherencias que a veces se dan dentro de las filias y fobias de las personas, debo reconocer que, a pesar de mi afición a la fantasía y la épica, mi aproximación al personaje de Conan se había limitado hasta ahora a la película clásica de John Milius, mi admiración por las ilustraciones que le dedicó Frank Frazetta y la lectura de algunos cómics. De hecho, la elección de este tomo en concreto se debe a la inclusión del relato Clavos Rojos ya que, desde que leí la adaptación dibujada por Barry Windsor-Smith, me había picado la curiosidad sobre cómo sería la versión original.

Aunque sus aventuras sigan condenadas al ostracismo de las estanterías dedicadas a la literatura "pulp", junto a otras obras de espada y brujería, me atrevo a decir que se equivocan quienes desprecian al bárbaro de la Era Hiboria. Leer a Robert E. Howard  supone viajar al pasado; a las raíces sobre las que luego ha crecido la fantasía épica actual. En concreto, nos traslada a un momento en que las ramas de la fantasía seguían aún entrelazadas de tal manera que los límites entre géneros apenas podían discernirse. Y sólo por eso, por comprobar cuánto le deben muchos autores y personajes a las aventuras del cimmerio, merece la pena leerlo. Además, había leído varias veces sobre la amistad de Howard y Lovecraft, y cómo esto provocó el que ambos influenciasen el estilo del otro. Así que, como cualquier aficionado al genio de Providence, me interesaba comprobar si podía ver pinceladas de su prosa entre las páginas de Conan. Y así ha sido. Los elementos mágicos (sobre todo en Más allá del Río Negro) aparecen retratados con un vocabulario similar al que Lovecraft utilizó para describir sus criaturas y lugares malditos ("Muy pronto, tu fantasma conversará con los demás fantasmas del País Oscuro y ellos te hablarán de los antiguos dioses que no están muertos, sino dormidos en los abismos exteriores, y que de vez en cuando despiertan.") Este tipo de lenguaje, por el que siento una gran afinidad, es el que da sabor a la literatura de Howard. Como ya he dicho, ejemplifica el momento en que cada género de la ficción comenzaba a desarrollar sus rasgos propios. Y ese origen común se percibe de inmediato cada vez que el lector posa la vista en formas de expresión o estructuras narrativas que ahora están encasilladas en la fantasía épica o el terror sobrenatural.


Este tomo recoge sólo dos relatos de Conan: Más allá del Río Negro y Clavos Rojos. Pero ambos se cuentan entre los más relevantes de las historias del bárbaro, por su desarrollo narrativo (el primero) y por ser la última aventura escrita por Howard (el segundo). Eso sí, a modo de extra incluye un borrador de Clavos Rojos y notas sobre la biografía y el proceso creativo del autor.

Más allá del Río Negro constituye una obra atípica dentro de las obras dedicadas a Conan, por varios motivos. El primero, porque el punto de vista de la narración es el de un personaje que se encuentra con el bárbaro y le acompaña durante la aventura; de modo que la historia se nos va presentando a través de sus ojos, compartiendo con él la experiencia de ser testigo de las hazañas del cimmerio. Por otra parte, gracias a las notas del propio Howard, sabemos que el relato era una forma de llevar el personaje de Conan a América. O, más bien, de utilizar los primitivos Estados Unidos como argumento y ambientación para el relato, cambiando sus habituales decorados exóticos por la versión más agreste de los bosques. De esta manera, resulta que la historia de un asentamiento de colonos hiborios amenazado por los pictos es, en realidad, la de cualquier poblado en el territorio de los nativos americanos. Un western, por así decirlo, de héroes fronterizos en el que Howard desarrolla la mejor de sus narraciones sobre la lucha entre el hombre civilizado y la naturaleza.

Sin embargo, nunca se debe olvidar la admiración de Howard por lo primitivo. En un conflicto así, los colonos son sólo unos individuos obligados por pura supervivencia a recuperar su parte más salvaje; a diferencia de los pictos que, con toda su brutalidad, no han perdido el sustrato de pureza que les une a la tierra. Y justo en medio se ubica Conan, como el bárbaro al que la civilización no puede corromper. A lo largo de la historia se incide numerosamente sobre ese hecho, que constituye uno de los fundamentos principales del personaje: la capacidad para mantenerse fiel a su mundo primitivo, inasequible a la decadencia moral y espiritual que conlleva aceptar la civilización. Por la misma razón se erige en prototipo del héroe forajido, ya que las leyes escritas por los hombres no significan nada para él. Y aún más... cuando las cenizas de la catástrofe se asientan, sólo él permanece inalterable. Sólo Conan sigue en pie, porque en él encarna Howard la capacidad de lo primitivo y lo salvaje para imponerse en última instancia a las sociedades humanas.

(portada de la Revista Weird Tales (Julio 1936), dedicada a Clavos Rojos)

Clavos Rojos, quizás porque Howard ya estaba planteándose abandonar al personaje cuando lo escribió, es el relato que lleva hasta los últimos extremos todos los conceptos que fundamentan a Conan y su universo. El cimmerio se sumerge aquí en la expresión final de la degradación que Howard le auguraba a cualquier sociedad organizada. Un telón negro contra el que contrasta aún más el espíritu independiente de Conan. Y, de nuevo por medio de las cartas de Howard, sabemos que la olvidada ciudad de Xuchotl no es sino una recreación exagerada de Lincoln, una ciudad de Nuevo México. Un lugar en el que el autor contempló la misma clase de odio enconado que luego iba a reflejar en el relato.

Un detalle curioso tiene que ver con la compañera de Conan en esta aventura: Valeria. Dado que también aparecía en la película de 1982, uno podría pensar que se trata de la "novia oficial" del bárbaro. Nada más lejos de la realidad, pues sus apariciones se reducen a esta historia; aunque, eso sí, es un personaje femenino capaz de colocarse a la par de Conan, en contraposición a los ejemplos débiles y/o sumisos que poblaban más habitualmente su universo. Y, desde luego, es de los pocos individuos a los que Conan llega a tratar casi de igual a igual.

En cuanto a la sinopsis de Clavos Rojos, es la siguiente: tras perseguir a Valeria desde un campamento de mercenarios (dejando así clara su atracción por ella), ambos se ven obligados a buscar refugio en una extraña ciudadela de la que ninguno tenía noticias. En su interior, repleto de riquezas, descubren a dos clanes que viven encerrados y enfrentados por una vieja disputa que sólo puede saldarse con sangre. Y cuando la pareja de aventureros demuestra sus increíbles habilidades en combate, el bando de los Tecuhltli les ofrece un gran botín a cambio de su ayuda. Una oportunidad de enriquecerse que oculta intereses más oscuros y perversos por parte de sus anfitriones: el príncipe Olmec y la misteriosa Tascela.

(Conan, según Barry Windsor-Smith)

Este planteamiento le sirvió a Howard de base para presentar una sociedad agonizante y embarcada en su propia autodestrucción. Él mismo se lo explicó a Lovecraft en una carta como una exploración hacia la consecuencias reales de la decadencia de una civilización. De hecho, convierte la ciudad de Xuchotl en una jaula artificial de la que ninguno de sus habitantes quiere escapar. Y aún así, todos y cada uno de ellos está tan cerca de caer en la pura barbarie que hasta a Conan le resulta sorprendente; pues la única motivación de los tecuhltli son esos clavos rojos que representan la realización de sus ansias de venganza, y sólo en la parte final se entremezcla el argumento con una historia de tintes sobrenaturales cuando Tascela se revela como un ser de cualidades vampíricas Pero, para entonces, la misteriosa ciudad ha acabado de engullir a sus últimos moradores y podemos imaginarla como unas ruinas vacías al antojo de la naturaleza cuando Conan y Valeria se marchan de allí.

domingo, 17 de noviembre de 2013

"Herejía de Horus III (La Galaxia en Llamas)", de Ben Counter

Con este volumen se cierra la trilogía dedicada a la caída de Horus, desvelando los últimos pasos del Primarca y Señor de la Guerra hacia su definitiva traición al Emperador de Terra. No en vano, mientras los anteriores títulos de la trilogía especificaban en letra pequeña su trama (Semillas de la Herejía y Raíces de la Herejía), en este se deja todo muy claro al advertir que se trata de La Herejía revelada. Tras los eventos narrados en Horus Señor de la Guerra y Falsos Dioses, Ben Counter toma el testigo de Dan Abnett y Graham McNeill para hacernos testigos de la terrible conjura que se está forjando entre las legiones de Astartes; y lo hará a través de los ojos de los personajes que nos han guiado hasta aquí: Garviel Loken, Saúl Tarvitz y algunos de los rememoradores que acompañan a las Legiones del Emperador en su sagrada misión de conquista.

En esta ocasión, la narración se centra en la brutal lucha que va a llevarse a cabo en el planeta Istvan III. Allí, bajo el mando de un recuperado Horus, decenas de miles de los Astartes Imperiales se congregan para acabar con la resistencia del planeta (que muestra de nuevo el verdadero espíritu de la Gran Cruzada). Sin embargo, detrás de lo que sólo parece una exagerada demostración del poderío militar del Imperio bullen motivos mucho más retorcidos: en realidad, el Señor de la Guerra Horus ha planeado esta operación como una emboscada contra aquellos que puedan oponérsele, y cuando salgan a la luz sus intenciones más de uno sentirá un escalofrío recorriéndole la nuca.


Por supuesto, los lectores que conozcan el trasfondo del universo Warhammer 40000 juegan a la vez con una ventaja y una desventaja. La ventaja es que saben de antemano la identidad de muchos de los traidores entre los personajes principales. La desventaja consiste en que ese mismo conocimiento, a mi parecer, les impide sorprenderse con algunos de los giros argumentales que se dan a lo largo del libro (y en la trilogía, de hecho).  Aunque, bien es cierto, no todos los aficionados manejan al completo el ingente volumen de datos "históricos" que abarca este universo, y esa objeción puede afectar realmente a menos lectores de los que he supuesto.

En cuanto a las tramas, baste decir que (obviamente) aquí se cierran las historias de la mayoría de personajes a los que hemos acompañado en los libros anteriores. Algunos porque dejarán de existir y otros porque la colección de libros ha ido después moviéndose de una batalla y una legión a otra, de forma que no se sigue su historia. En cualquier caso, Saúl Tarvitz y Garviel Loken continúan ejemplificando al grupo de Astartes que permanecen fieles a los juramentos de fidelidad al Emperador de Terra; aquellos que son conscientes de que algo está cambiando entre sus camaradas de armas, pero no son capaces de concebir que eso pueda deparar una traición a los ideales que han compartido. Un hecho que se justifica por los siglos de convivencia irreprochable, y su creencia en que el condicionamiento mental para ser fiel al Emperador es infalible. Sin embargo, lo que ninguno de los dos sabe es que no son los únicos a los que se les ha ofrecido unirse a la conjura. Y que su rechazo les ha colocado un diana algo más que virtual en el pecho.

Por otro lado, tenemos a los rememoradores: los civiles a los que se ha encomendado la tarea de transmitir a las generaciones futuras el espíritu de la Gran Cruzada; pero que, en realidad, han sufrido de forma generalizada la indiferencia de esos héroes a los que deben glorificar y cuyas sospechas hacia la conducta de los Astartes son mucho más firmes. A ellos se les suman, a través de la conversión en el culto al Emperador, los soldados humanos de las Legiones. Igualmente temerosos del extraño sesgo que están tomando las decisiones de su líder. Un temor más que justificado pues la forma en que se lleva a cabo la traición contra ellos es, probablemente, de las más espeluznantes del libro.

Finalmente, la historia se dirime en la toma de decisiones. Porque, en medio de la batalla y la inacabable lucha por la supervivencia, no serán pocos los personajes que mediten hasta el último momento a qué bando apoyar, y observaremos cómo la elección les lleva a situaciones dramáticas. Al fin y al cabo, una vez se retiren las máscaras, los camaradas matarán a los camaradas y el universo deberá prepararse para teñirse de sangre durante milenios.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Nocteautores: Angel Villán

Después de un lapsus que hizo desaparecer esta sección en el mes de Octubre (mea culpa, mea culpa), continúo con el proyecto de presentar a autores de Nocte durante el año 2013. Y el voluntario que sale a la palestra (por no decir el patíbulo) es un aguerrido autor que aún bracea en las procelosas aguas editoriales para hacerse un sitio relevante: Ángel Villán.


¿A su favor? La juventud (aún ve de lejos la treintena), y una capacidad enorme para multiplicarse en actividades literarias. Personifica otro de esos casos que emerge de la publicación episódica en internet, y que ha sido infectado por la afición a los zombies (qué tendrán es@s chic@s putrefact@s). Aparte de Infectus, la novela que publicó con Editorial Séneca entre el 2010 y 2012, su nombre asoma en varias recopilaciones dedicadas al terror. Y lo que aún le queda... Si después de leer la entrevista aún queréis saber más sobre él, podéis indagar en su blog.

1. Cuando pensaste en publicar por primera vez, ¿Qué te motivó a hacerlo? 
Realmente no llegué a pensar en publicar, simplemente me había creado un nuevo “hobby” que resultaba ser el contar una historia a un montón de gente –por aquel entonces estaba escribiendo un laaargo relato en un foro de internet-. Fue el apoyo de los lectores los que me animaron a mirar más allá, a decirme que mi historia merecía la pena ser publicada. Alentado por ese empuje, creé una página web propia donde colgar el primer capítulo revisado, hacerlo “oficial”, por si algún día colaba. Y vaya si coló. Fue directamente la editorial la que se puso en contacto conmigo antes incluso de que hubiese escrito el final, ofreciéndome publicar. En resumen, yo no pensé en publicar, si no que fueron primero los lectores y después el editor quien me hicieron ver que tenía algo bueno entre manos. 

2. ¿Cómo ha sido, hasta ahora, tu experiencia en el mundo editorial? 
Supongo que como todo comienzo: duro. La editorial que contactó conmigo era pequeña, por lo que sufrió enormemente la presión de la crisis (de hecho estuvo a punto de desaparecer) y eso repercutió directamente en la distribución del libro. Aun así no me puedo quejar, cuando al año siguiente me dieron los resultados de las ventas ciertamente no me lo creí, me parecían muchísimas para no haber “pisado librería”. Lo que sí es cierto es que eché el resto con la promoción del libro, lo he movido por cada lugar donde he podido y aunque al final acabé haciendo todos los papeles de esta obra de teatro –escritor, editor, corrector, portadista, promotor…- la lucha creo que ha merecido la pena. 

3. ¿Dónde buscas la inspiración para tus obras? 
Generalmente en la música. Cuando escucho una de esas canciones que de verdad te llegan, como si fuese una banda sonora, la mayoría de las veces se genera en mi imaginación una escena que acompaña a la perfección a dicha canción. Suena a tontería, pero las escenas de las que más orgulloso estoy de escribir salieron de tal forma. Llegados a este punto los engranajes de mi mente comienzan a buscar un padre y una madre a esa escena huérfana. La mayoría de las ocasiones queda aparcada, pero en muchas otras suele ser la mecha que hace explotar algo aquí dentro. Algo que tiene que salir sea como sea. 

4. ¿Cuál es tu medio favorito? ¿El relato o la novela? 
La respuesta de manual sería decir que, como nuestros hijos, cada uno es distinto y los quiero por igual. Pero no es así. Debo reconocer que hasta ahora, la gran mayoría de los relatos que he escrito, si tuviese todo el tiempo y empuje que querría, podrían haberse convertido en novela, o al menos en mi cabeza la idea funcionaba genial, y es que siempre que empiezo a escribir empiezo a enlazar nuevas ideas, con nuevas tramas, personajes… y debo ponerle punto y final porque ya me pasé del límite. Pero como yo no soy uno de esos afortunados que pueden vivir de lo que escriben, y además la escritura debo compaginarla con muchas otras aficiones que roban mi tiempo, debo apretar los dientes y conformarme con esa gotita del vaso que podría haber sido. 

5. ¿Cuánto te han influenciado tus estudios y /o tu profesión a la hora de escribir? 
Hasta el momento, no mucho. Aunque suene aterrador que tu PC se bloquee justo antes de guardar tus datos o que de un día para otro no quiera arrancar más y pierdas toda la información, la informática me ha servido de poco en los argumentos que hasta ahora he tratado. Y siendo sincero, espero que siga siendo así… 

6. Aparte de la escritura “literaria”, ¿hay algún otro medio que practiques, o que te gustaría probar? (poesía, periodismo, teatro, guión de cine/cómic/tv...) 
Yo quiero contar historias. Quiero sacar de mi mente esas escenas de las que hablaba antes. Si he acabado en la literatura es porque ni sé dibujar, ni tengo los medios para llevarlas al cine. Digamos que me he conformado con el medio “low cost”, pues no puedo negar que me encantaría ver algún día de forma visual todo aquello que escribo. Si supierais la emoción que siento cada vez que me encuentro con alguna ilustración que alguien decidió hacer inspirado en lo que escribí… 

7. ¿Tienes alguna rutina diaria para escribir, o te dejas llevar? 
Me dejo llevar totalmente. Soy incapaz de escribir “obligado”, pues creo que no es bueno aquello que sale forzado. También es cierto que por culpa de esto mi ritmo sea una constante montaña rusa donde puedo estar semanas e incluso meses sin escribir una línea… 


8. La pastilla azul hace que seas un Best-Seller mundial. La pastilla roja hace que te estudien en la escuela cuando pasen los años. Tú eliges.... 
Aquí toca ser sinceros. Quiero hacer historias, no historia. No pretendo que alguien se le caiga la mandíbula por lo bien elaborada que está mi prosa, si no porque en un giro inesperado le he dejado patas arriba todo lo que pensaba. Quiero que el lector se meta dentro de mi imaginación, no hacer un alarde de técnica… 

9. Algo que puedas contar sobre tu último proyecto literario... 
Pues en estos momentos el barco está sin rumbo, ciertamente. Comencé con una novela de ciencia ficción que está prácticamente acabada, solo falta la gran traca final. Sin embargo, creé un “universo” tan rico y jugoso detrás que, paralelamente a la novela, he ido escribiendo (y publicando) relatos ambientados en su trasfondo. Finalmente, para no empezar la casa por el tejado, voy a recrearme con tranquilidad a través de esos relatos entrelazados para culminar la obra global con la novela, sentadas y afirmadas sus bases. Mientras tanto ya tengo otras ideas en la cabeza, de las cuales no sé si atreverme con una ambientación histórica –de la cual tengo ganas de embarcarme desde hace años- o desengrasar los dedos con algo más sencillo. 

10. ¿Qué libro rescatarías a toda costa de tu biblioteca? 
Esa es una pregunta muy, muy difícil. Hay libros muy especiales para mi, y cada uno tiene su historia. Quizás si me voy a lo sentimental, podría escoger el libro que más veces leí cuando era un criajo: Colmillo Blanco. Si me voy a lo “profesional”, sin duda me quedaría con el que marcó un antes y un después en mi afición por el terror: Fantasmas, de David Koontz, pues habiéndole cogido con unos tiernos diez u once añitos, descubrí que incluso leyendo puedes estar noches y noches sin dormir, sumido en pesadillas… 

11. ¿La última novela que has leído y recomendarías? 
El Terror, de Dan Simmons. Particularmente me encantó cómo mezcló la historia real con la fantasía, algo que me ha motivado bastante para atreverme con mi propio proyecto histórico al que le llevo dando vueltas tanto tiempo. 

12. ¿En qué personaje literario te reencarnarías? 
Ender, con todos sus sobrenombres. 

13. ¿Edición tradicional, o edición digital? 
No hay que elegir cuando se pueden –y deben- tener ambas. Lo exclusivo y lo masivo. Edición tradicional cuidada y acabados esmerados, con su tapa dura, sus ilustraciones, su olor a libro, su tacto, su dedicatoria del autor… Y edición digital, barata, muy barata, que no duela en el bolsillo haberte equivocado, accesible para todo el mundo, cómoda de llevar y manejar donde, cuando y como te dé la gana. 

14. ¿Con qué escritor te gustaría coincidir en un ascensor? ¿Qué le preguntarías? 
Con J.R.R. Tolkien. Le preguntaría cómo demonios pudo vivir con tal universo en su cabeza, sacarlo de cualquier forma y no morir en el intento… 

15. ¿Algún sueño que te falte por cumplir, y puedas confesar? 
Supongo que será compartido por muchos colegas de letras, pero sería tan especial… Que una de mis historias se llevase a la gran pantalla.

jueves, 24 de octubre de 2013

Interpretaciones de la Ciencia-Ficción. Participando en el potpurrí.

En Otoño de 2012, el concurso temático del Foro Ábretelibro! propuso la Ciencia Ficción como reto para sus participantes. Y un servidor, incapaz de resistir la tentación de presentarse a la convocatoria, rebuscó entre el baúl de las ideas. Como buen aficionado al género (destetado con las novela de Julio Verne y los Lucky Starr de Asimov), me hacía mucha ilusión. Pero el reto se hizo más difícil de lo que había pensado en un principio, sobre todo porque quería presentar algo que fuera original y respetase lo clásico del género. 

Al final, repasando antiguos relatos y el cuaderno de "ideas a desarrollar", me encontré con el argumento del relato que acabé presentando: Betia Tría. Una narración sobre la autoconsciencia de las Inteligencias Artificiales, fundamentada en un simple parámetro: lograr una mayor complejidad de los cerebros cibernéticos, usando cerebros biológicos en el origen de su arquitectura. Y, como suele ser habitual, no pude resistirme a un final sorpresa.


Debo confesar que tuve menos éxito del que hubiese querido. Y lo más paradójico de todo fue que el ganador utilizó precisamente el género que más he estado practicando en mis últimas obras: el Steampunk. Sin embargo, la recopilación final (con los 25 relatos mejor valorados) conforma una mezcla estupenda de géneros para cualquier lector de la Ciencia Ficción. Lo más complicado, de hecho, es descubrir un género o subgénero al que no se haya recurrido. Pero aquí está, listo para ser disfrutado por todos los que se atrevan a sumergirse entre sus páginas.

Y desde ya, disponible en Papel o en versión electrónica para Kindle u otros formatos.


miércoles, 23 de octubre de 2013

Los Laureles de Ácronos

Después de año y medio, confieso que esperaba que el número de reseñas de Ácronos fuera más numerosa (y por reseña me refiero a algo más que a una transcripción de la contraportada, o el texto de presentación en la web de la editorial). Así pues, y tras aparecer recientemente una crítica bastante favorable hacia la antología, he decidido que sería un buen momento para hacerme eco de los "piropos" que ha estado recibiendo. Sé que la lista es corta; pero, mirándolo por el lado positivo, significa que a los aficionados les gusta el libro. 

A título personal, me alegra comprobar que los comentarios sobre "Wukan Inké" sean bastante unánimes. Y es que parece que el tono de terror ha calado en los lectores del relato.

Por supuesto, si aparecen nuevas reseñas procuraré ir actualizando la lista. Mientras tanto, y si no habéis leído todavía la antología, puede que estas críticas os animen a hacerlo.

lunes, 21 de octubre de 2013

"Herejía de Horus II (Falsos Dioses)", de Graham McNeill

En el 41º milenio, la humanidad se ha expandido a lo largo de incontables planetas por todo el universo. Sin embargo su antigua gloria yace ahora moribunda bajo un régimen ultraortodoxo, en el cual el conocimiento científico que le llevó a conquistar las estrellas casi se ha extinguido. Y, por si esto no fuera bastante, el Imperio de Terra debe sobrevivir a la continua amenaza de múltiples razas alienígenas empeñadas en exterminarlo. Una situación trágica, provocada miles de años atrás por la traición de quienes habían jurado protegerlo; una hecatombe recordada como la Herejía de Horus, de la que apenas sí se sabe nada salvo por escasos relatos inconexos. Historias que hablan de cómo el favorito del emperador se alió con los oscuros poderes del Caos para destruir lo que había ayudado a crear.

Unos hechos que, con la lectura de Falsos Dioses, se revelan muy distintos a esa "verdad".

Al igual que ocurre con los demás libros ambientados en el universo de Warhammer 40000, es obligatorio advertir a los neófitos que Falsos Dioses está enfocado a profundizar en el trasfondo del famoso wargame futurista. Segundo volumen de una trilogía, Graham McNeill toma aquí el relevo de Dan Abnett para continuar describiendo cómo se gestó la horrible guerra fratricida que los aficionados conocen como la Herejía de Horus. Tras los eventos narrados en Horus Señor de la Guerra, Falsos Dioses nos convierte en sorprendidos testigos de la perversión que empieza a germinar en la legión de los Lobos Lunares (ahora renombrados como Hijos de Horus) y en su líder, Horus Lupercal. Un proceso sorprendente, porque la "conversión" de Horus resulta estar motivada por la influencia de miembros de otras legiones de Astartes. Algo que choca de manera frontal con el "saber popular" de los aficionados, para quienes los Hijos de Horus eran el paradigma de la traición: un caso "de manual" de ángeles caídos, en el que Horus representaba el papel de un Lucifer futurista.


A lo largo del libro, en cambio, se comprueba que Horus no es tan grandioso como siempre se había hecho creer. Muy al contrario, su arrolladora personalidad se resiente más y más al no tener al Emperador a su lado, y la tensión inherente a la enorme responsabilidad de su cargo erosiona día tras día la confianza del primarca. Un proceso paulatino en el que el favorito del Emperador acaba por mostrar signos del síndrome del "príncipe destronado": la ausencia de su protector deja de servirle de acicate para demostrar su valía, y empieza a considerar que el Emperador no está con él porque ha dejado de tenerle aprecio.

En estas circunstancias surge un hecho impensable dentro del Imperio: Davin, uno de los mundos conquistado por Horus y los Lobos Lunares, se declara en rebeldía. De hecho su gobernador ha renegado públicamente del Emperador, lo cual es un acto de traición y desprecio hacia él y el propio Horus. Una noticia que desatará la furia del primarca (gracias a la intervención de cierto asesor que comienza a mostrar intenciones aviesas), desencadenando una serie de eventos capitales para el destino de Horus.

Esta entrega sigue ahondando sobre dos aspectos que ya aparecían en el inicio de la trilogía (y que sirven para ambientar esta época de una forma muy distinta a como ocurre con los libros situados en el "presente"): la sorpresa de que existan unos poderes sobrenaturales capaces de afectar al mundo real, y la hostilidad entre soldados y rememoradores por la brutalidad de la guerra.

Respecto a lo sobrenatural, lo que en la primera novela sólo era un mero evento difícil de explicar para los racionalistas miembros del Imperio, en Falsos Dioses se convierte en una amenaza tangible: por primera vez, los Hijos de Horus y sus aliados se enfrentan a un enemigo antinatural. De hecho, a todo un ejército de seres monstruosos que ejemplifican la forma de combatir del Caos: tácticas de terror y tropas con características inhumanas. Aparte, en este volumen se introduce un aspecto del universo Warhammer 40000 al que sus aficionados están más habituados: los cultos secretos. Con la curiosidad de que, por el trasfondo del momento, conviven en la clandestinidad dos grupos diametralmente opuestos: el culto al Emperador y los adoradores del Caos. Estos últimos, además, infiltrados entre los miembros de las legiones de Astartes para ganarles a su causa.

Pero, a diferencia de lo que dio a entender el trasfondo del juego en el pasado, los Hijos de Horus resultan ser un objetivo a conquistar por el Caos en lugar de un nido de servidores del mal. Al final, son otros los que se revelan como mensajeros de las promesas de esos poderes oscuros: los Portadores de la Palabra, una legión a quienes el Emperador amonestó por fomentar el culto hacia su persona, y cuyo interés en las religiones de todo tiempo y lugar les acabó poniendo en contacto con las fuerzas ocultas en la Disformidad. Así, cuando Horus se encuentre en su momento más delicado, los lectores asisten impotentes al ver que los consejos (y la supuesta ayuda) van a provenir de quien ha estado conspirando desde un principio para propiciar esta situación.


El otro aspecto que sirve para marcar los cambios sufridos dentro de las fuerzas expedicionarias es el conflicto entre los Astartes y el conjunto de civiles que hacen las veces de "corresponsales de guerra". Lo que en el primer volumen era sorpresa por la brutalidad con la que se aplicaban los principios de la (muy idealizada) Gran Cruzada, aquí ya alcanza el puro descreimiento en los valores de la misión que se está llevando a cabo. Lo cual acaba motivando que los soldados se sientan dolidos en su orgullo y desarrollen un creciente rencor hacia estos "entrometidos" que se atreven a poner en tela de juicio la pureza de sus ideales. Una tensión que acabará evolucionando hacia la represalia física, con un claro perdedor desde el principio.

Por último, cabe reseñar algunos detalles interesantes respecto a la "antigua" versión de la Herejía. El más importante, la nueva perspectiva desde la que ver la "traición" de Magnus el Rojo y su legión, los Mil Hijos. Tras esta lectura, los veteranos del juego pueden dedicarle muchas horas a elucubrar sobre el bando que les correspondería de haberse producido las cosas de otro modo. Igualmente resulta curioso seguir viendo los "patrones de personalidad" de cada legión, que acabarían definiendo las razones por las que se unirían a la causa de Horus. Un Horus de cuya caída podemos ahora ser testigos, así como de su regreso, descubriendo al fin qué le hizo perder su fe y darle la espalda al Emperador.

La culminación de este hilo argumental, en La Galaxia en Llamas.

lunes, 7 de octubre de 2013

Cuentos de Ciudad Esmeralda, también en E-book

Poco que explicar. A la edición en papel ha tardado apenas una semana en seguirle esta versión, para el lector Kindle de Amazon.
Por si acaso alguien se estaba haciendo el remolón porque 300 páginas le parecían demasiado espacio a ocupar en la estantería...

"Herejía de Horus I (Horus, señor de la Guerra)", de Dan Abnett

Entre los aficionados a los wargames, el Warhammer 40000 es reconocido como uno de sus mayores exponentes en el campo de la ciencia-ficción. Muy especialmente, gracias al complejo universo desarrollado por sus creadores. Un trasfondo que, con cada nueva edición del juego, ha ido ampliando y entrelazando el pasado de las distintas facciones para darle más cohesiones.

Sin embargo, con la aparición de Horus, señor de la guerra, los aficionados descubrieron que, tal y como ha ocurrido siempre en la vida real, la historia que ellos conocían había sido escrita por el bando vencedor. En este caso, el decadente e inquisitorial Imperio de la humanidad.

Los hechos que narran este libro (y los dos volúmenes siguientes, con los que forma una trilogía) están situados varios miles de años antes del 40º milenio que da nombre al juego. En esta era de "renacimiento tecnológico", la humanidad ha extendido sus dominios a lo largo del espacio guiada por el ingenio del Emperador de Terra. Y junto a él, los poderosos primarcas lideran la irresistible fuerza militar de los Adeptus Astartes, organizados en legiones de miles de guerreros modificados con ingeniería genética. Todos ellos juramentados para cumplir los ideales de la Gran Cruzada: localizar y reunificar a las antiguas colonias humanas, aisladas de Terra durante siglos tras un devastador conflicto. Llevar a esos mundos perdidos la luz de la esperanza. Una gloriosa misión que sólo se quebró cuando una parte de los Adeptus Astartes se revelaron contra el Emperador y provocaron una guerra civil que aún perdura.

Esa, al menos, era la versión oficial que todos los aficionados manejaron durante años.


En realidad, a medida que se profundiza en la lectura, la Gran Cruzada demuestra tener enormes similitudes con sus homónimas históricas y resulta palpable que los ejércitos del Emperador están más que dispuestos a imponerse por la fuerza de las armas sobre cada civilización con la que se encuentran. Humana o alienígena. Y, tal y como sucedía en las cruzadas medievales, a su paso sólo quedan pueblos sometidos y "convertidos". En consecuencia, la Gran Cruzada hace crecer el Imperio día a día, sí, pero sus raíces están regadas con la sangre de todos los que se le oponen. Humanos y alienígenas.

La trama de la historia se centra en la legión de los Lobos Lunares y en su primarca, Horus. Una legión y un primarca a los que los aficionados conocían bajo otras circunstancias. Horus siempre había sido el monstruo que comandó a sus guerreros contra el Imperio para arrasarlo, condenándolo a la decadencia y a la permanente amenaza de los poderes del Caos. Sin embargo, en esta novela nos encontramos con otra versión: Horus, tal y como fue en un principio. Una criatura con la presencia y las capacidades de un semidiós. El favorito del Emperador, recién nombrado Señor de la guerra para que dirija personalmente la Gran Cruzada.

Sin embargo, precisamente esa elección de un "princeps inter pares" es lo que ha provocado las primeras disensiones entre las férreas filas de los demás generales del Emperador. Y está llenando de preocupaciones al primarca, amén de provocarle un creciente rencor por sentir que se pone en duda su valía y lo acertado de su nombramiento. Un rencor peligroso, pues a lo largo de la lectura veremos que Horus tiene parejas habilidades tácticas y políticas, y que está acostumbrado a que el resto del mundo acabe acatando sus decisiones gracias a su capacidad para hacerles adoptar su misma opinión. Tal y como indica el título del libro, estamos ante las "semillas de la herejía".

Esos cambios en el primarca y su legión se nos presentan a través de los ojos de Garviel Loken, capitán de la décima compañía y recién ascendido al Mournival o círculo de consejeros de Horus. Un guerrero fiel a los ideales de la Gran Cruzada, pero capaz también de plantearse las acciones que acomete. Y ha empezado a preguntarse si los fines de su misión pueden justificar siempre los medios. Una duda más que razonable pues, al final, se irá demostrando que el celo de Horus y sus comandantes por ser fieles a los objetivos del Emperador estarán en la propia raíz de su caída.


El libro, como buena obra de ambiente bélico, no escatima en acciones de batalla. Y ahí podemos disfrutar las hazañas de los Astartes, dejando bien a las claras cuán lejos están sus capacidades de los simples humanos. Sólo que Abnett demuestra un enorme talento para representar a sus rivales como seres capaces de igualar, o incluso superarles en combate (especialmente en lo que toca a los megaarácnidos). No se limita a describir proezas heroicas, si no que nos mete en la piel del protagonista para que compartamos con él la tensión y el esfuerzo de la batalla. De esa forma consigue que el lector respete y tema a los enemigos a los que se están enfrentando.

Aparte tenemos un aspecto interesante en la ambientación, que resultará chocante para los aficionados al juego: el absoluto ateísmo del Imperio. No sólo rechazan cualquier forma de culto, si no que se esfuerzan por eliminarlo allí donde lo encuentran (entre otros medios, adoctrinando a las poblaciones en la infalible capacidad de la ciencia para revelar los misterios del universo). De hecho, la adoración al Emperador aparece en estos momentos como una conducta delictiva y perseguida. Y, por otro lado, le permite a Abnett jugar con un elemento interesante: cómo se enfrentan los racionalistas imperiales a los primeros contactos con las fuerzas sobrenaturales del Caos. Un encuentro que hará cambiar las concepción del capitán Loken respecto a su capacidad para entender el mundo.

En último lugar, me gustaría acabar con una reflexión personal. Y es que, buscando la manera de definir esta novela, le encuentro ciertas similitudes con esas películas bélicas sobre Vietnam en las que el soldado de turno se enfrenta a la crueldad de la guerra, y cómo acaba asimilando esa dicotomía. Cierto es que Garviel Loken acata las órdenes de sus superiores y se emplea a fondo en la destrucción de cada enemigo que se le señala, pero el hecho de recapacitar y plantearse la legalidad moral de esas acciones le ponen en conflicto con el resto. E, igualmente, la parte de la trama que discurre entre los "civiles" de la Gran Cruzada (reporteros en zona de combate, si cabe esa comparación), tiene mucho del regusto anti belicista de esas obras en las que se denuncian las brutalidades de toda guerra, aunque sea por "una buena causa".

La continuación de esta historia, en Falsos Dioses.

viernes, 4 de octubre de 2013

Acrónico, una vez más. Y que no sea la última.

Al parecer, el blog va a recuperar el ritmo de publicación a base de buenas noticias. Hoy se ha dado a conocer el nombre de los autores que van a colaborar en el segundo volumen de Ácronos. Y, de nuevo, me alegra decir que estoy entre los seleccionados.
Para esta ocasión serán 16 los autores participantes, 4 de los cuales repetimos: Laura López Alfranca, Paulo Ce Ramirez, Josué Ramos, y un servidor. Y entre ellos nada más y nada menos que S.J. Chambers, uno de los autores de La Biblia Steampunk (lo cual demuestra la capacidad de convocatoria de esta iniciativa). Igualmente, de la nota que han publicado los organizadores, se desprende que han buscado relatos que demuestren el amplio espectro en el que puede moverse el victorianismo retrofuturista. Y me alegro.


(ilustración de K)
Por mi parte, confieso que en esta ocasión participo con otro relato que combina el steam y lo sobrenatural. Mientras que en el primer volumen de Ácronos cabalgué por el Weird West, en esta ocasión me he ceñido al Gaslamp, jugueteando con un par de criaturas clásicas del terror gótico. Está por ver cuál será el veredicto de los lectores, pero confieso que a mí me ha encantado el resultado.
De momento, eso sí, toca esperar a que el proceso de edición vaya siguiendo sus pasos y Tyrannosaurus Books nos anuncie su publicación en un futuro (que espero no sea muy muy lejano).



martes, 1 de octubre de 2013

Cuentos de Ciudad Esmeralda

Desde hace algún tiempo, vengo esperando a poder dar esta noticia. Y no sólo por el hecho de tratarse de la publicación de otro relato mio, si no por el género que toca y las circunstancias que rodean a la obra.


En primer lugar, Cuentos de Ciudad Esmeralda es una recopilación de relatos infantiles. Y eso, teniendo en cuenta mi bagaje literario, es un salto cuántico. Nunca había escrito relatos para niños, por dos razones principales: mi tendencia al terror psicológico o morboso (que suele cuadrar poco con este género), y la dificultad que supone cambiar tu lenguaje literario cuando se trata de narrar para niños. Por todo ello, lo normal es que soliera dejar de lado las convocatorias en cuanto veía nombrar "relato infantil".
¿Por qué he roto con esa costumbre? Pues porque la iniciativa de Mensajeros de Oz me llamó la atención y los fines que perseguían son, cuando menos, muy nobles: colaborar con la Fundación Luis Olivares, en su esfuerzo por ayudar a los niños y jóvenes que sufren de cáncer, entregándoles los beneficios que se puedan obtener de la venta de los ejemplares. Un objetivo en el que han reunido a 35 escritores y a un número parecido de ilustradores, que hemos ofrecido nuestras obras con toda la ilusión del mundo.
En mi caso, participo con "El reclamo de cuentos". Un relato que está inspirado en mi fascinación por La Historia Interminable, y que toma varias de las ideas que he estado manejando durante años para intentar escribir algo que fuera mi "homenaje" a ese libro. Y, de hecho, tras dar por terminado este cuento estuve pensando si no podría dar continuidad a la historia en un formato de relatos encadenados. Una tarea que ahora mismo no tiene hueco en mi agenda, pero que en un futuro... ¿quién sabe?
Para adquirir un ejemplar del libro (de momento, sólo disponible en papel, pero con una versión de ebook en camino), podéis utilizar el siguiente enlace a Amazon.




lunes, 23 de septiembre de 2013

EurosteamCon Mad Lab (27-29 Septiembre)

En primer lugar, debo de pedir perdón a todos los lectores habituales de este blog por el enorme retraso que acumula en cuanto a actualizaciones y noticias. El verano me ha enredado en un montón de actividades y ha conseguido que no encontrara ni un momento para escribir algo interesante.
Una vez expresadas mis disculpas, vaya aquí un aviso que debería haber realizado con mayor antelación. No en vano, es posible que el próximo fin de semana ya tengáis planes más que organizados. Pero, si no es así, aquí tenéis una propuesta que os puede interesar:


Aficionados al Steampunk de Madrid y alrededores, consideraros invitados al evento (toda la información sobre localización del lugar, y formas de llegar, en su página de Facebook). Si además acudís el viernes, podremos encontrarnos y hablar sobre "Ácronos" junto a otros de los autores del libro. Y, si la lista de eventos no os resulta suficientemente atractiva... aquí os dejo la imagen de una sorpresa que os estará aguardando allí.