viernes, 1 de marzo de 2013

Nocteutores: José Alberto Arias

El mes de Marzo ha llegado, y toca comenzarlo con la habitual presentación de un escritor que aspira a más. Hoy le damos la bienvenida a un joven jienense, al que su edad no le ha impedido acumular un admirable bagaje de experiencia en el mundillo de la escritura.


José Alberto Arias es un talento emergente desde el año 2010, cuando publicó su primera novela: La Traición de Wendy. Y desde entonces puede presumir de una ingente actividad como redactor en revistas, escritor de cuentos y novelas, y hasta de practicar el noble arte de la rima. Actualmente está a la espera de publicar una antología de relatos centrados en la región que le vio nacer, y sigue viviendo en Madrid tras beneficiarse el año pasado de un beca de la Fundación Residencia de Estudiantes de Madrid. Por mi parte, además de sentir una enorme envidia, no puedo hacer más que cederle este espacio para que podáis conocerle.
1. Cuando pensaste en publicar por primera vez, ¿Qué te motivó a hacerlo?
Creo que empecé a pensar en la publicación a los 18 años. Ya llevaba varios años escribiendo narrativa, principalmente relato, aunque también terminé una novela de la que ahora me avergüenzo. La cuestión es que mi frenética actividad –todas las semanas terminaba un relato- me hizo plantearme publicar, pero aún no sabía cómo funciona el mundo editorial. Llegué incluso a fantasear con la autopublicación, aunque me alegra no haberlo hecho. Cuatro años después, con 22, publiqué mi primera novela, La traición de Wendy, fruto de un premio literario, y comenzaron a lloverme oportunidades para participar en diversos proyectos literarios. Ante todo siempre he procurado ser honesto con lo que escribía, más allá de las perspectivas editoriales, y tuve la suerte de obtener este galardón que me procuró una primera publicación potente.
2. ¿Cómo ha sido, hasta ahora, tu experiencia en el mundo editorial?
Creo que, a grandes rasgos, bastante decepcionante. Tras todo el tiempo, trabajo e ilusión invertidos en un proyecto literario, es fácil encontrar una actitud autómata por parte de los editores, ya que, al fin y al cabo, para ellos es su negocio. Siento que no se me ha tenido demasiado en cuenta más allá de escribir el texto y enviarlo, pero estoy seguro de que tiene que haber editoriales con gente que le devuelva la magia al oficio.
3. ¿Dónde buscas la inspiración para tus obras?
Esto es un compendio de mil fuentes, mil inspiraciones, mil excusas. Desde situaciones en mi día a día a la última canción que descubro una mañana de camino al curro en la radio. Lo que tengo claro es que mi obra bebe mucho de todo lo que, como consumidor de cultura, devoro: cine, música, literatura, televisión, Internet… Hay veces incluso en las que he soñado algo que después he narrado o que un sueño me ha resuelto la trama de una novela.
4. ¿Cuál es tu medio favorito? ¿El relato o la novela?
Depende de la historia y del compromiso al que te quieras someter. Una novela puede llevar varios años; un relato, con suerte, puede escribirse del tirón y salir bien, pero por lo general requiere más mimo en la escritura y composición; por su parte, la novela requiere que esa dedicación se vuelque en sus personajes y lugares al tratarse de una historia de largo recorrido.
5. ¿Cuánto te han influenciado tus estudios y /o tu profesión a la hora de escribir?
Para ser sincero, poco. Creo que, de haber estudiado matemáticas –he estudiado básicamente idiomas- habría acabado llegando a este mismo punto. Sin embargo, es cierto que Traducción me permitió cursar varias asignaturas de literatura, así como conocer personalmente a autores como Erika Martínez o Antonio Carvajal en la Universidad de Granada. Cómo no, al tratarse de una asignatura de letras ha fomentado mi curiosidad por otras culturas, y este aspecto sociológico funciona en pos de mi construcción de personajes y elección de espacios y ambientación.
6. ¿Son los foros literarios el mejor medio de promoción de los autores noveles?
Lo malo de los foros literarios es que son medios muy reducidos que, al cabo del tiempo, pasan a transformarse en lugares autocomplacientes donde siempre pueden darse cita los mismos autores. En cuanto a la promoción, estoy convencido de que el contacto directo que pueda mantener un autor con sus lectores es el mejor mecanismo a seguir. Por otra parte, contar con una presencia asegurada en medios tradicionales puede seguir siendo la mejor forma de darse a conocer, aunque todo depende de las aspiraciones que cada autor tenga para con su obra.
7. ¿Tienes alguna rutina diaria para escribir, o te dejas llevar?
Siempre procuro mantener cierta constancia, esto es, escribir al menos un poco cada día, aunque por cuestiones de tiempo cada vez resulta más difícil. Creo que, sobre todo al trabajar en proyectos complejos como una novela, escribir un poco todos los días es la mejor estrategia para no oxidarse y mantener la atención en la historia. Si no es posible, siempre queda la opción del cuaderno garabateado donde anotar ideas y posibles desarrollos para cuando haya tiempo.


8. ¿Hay algún manuscrito que guardes en un cajón porque aún no lo consideres suficientemente bueno?
Guardo algún manuscrito en un cajón que no logro colocar a una editorial, a pesar de que lo considero bueno. Se trata de El Desencantador, una novela juvenil que se aleja del concepto de novela juvenil y exige algo más al lector. Dado que se trata de mi proyecto concluso más reciente, espero encontrar una editorial arriesgada que quiera apostar por este viaje de crecimiento a través del cine. Aparte, cuento con muchos relatos que no publicaría, y sí, una vieja novela que, desde la perspectiva actual, tampoco me gustaría publicar.
9. Algo que puedas contar sobre tu último proyecto literario...
Son muchos, aunque estoy bastante parado. Estoy a punto de publicar, en marzo o abril, Nosotros, que poseemos la tierra; se trata de mi primera antología o libro de relatos, con un tono común de misterio y terror, todos ambientados en la sierra de Jaén. Esto se debe en gran parte a que se trata del libro con el que gané el Premio Diputación de Jaén para Autores Noveles, si bien no deja de tratarse de historias universales.
Sin embargo, el proyecto gordo es una novela de género (llámalo new weird, llámalo como quieras) titulada Queridos niños, sobre un mundo donde mueren todos los adultos y las relaciones que se establecen entre los niños y su historia de supervivencia. Además, trabajo en una novela juvenil parte de una posible saga atípica, así como en una infantil que no he hecho más que empezar. Desde luego, me gusta contar con diversos proyectos a la vez para ir alternando por si me satura alguno.
10. Qué te falta por hacer ¿Plantar un árbol? ¿Tener un hijo?
Me faltan demasiadas cosas. Lo del hijo, por ejemplo, sería un buen comienzo. Me queda mucho mundo por ver, muchos árboles por plantar (más allá de los habituales pinos), pero ante todo me quedan muchas lecturas y mucho que escribir. Sobre todo, cientos de historias, eso es.
11. ¿La última novela que has leído y recomendarías?
No puedo pensar en la última en sí, ya que estoy en muchas lecturas a la vez, pero podría recomendar el que es para mí el mejor libro del año pasado: Medusa, de Ricardo Menéndez Salmón. De hecho, todo lo que este gijonés ha publicado. Y una editorial tan bonita como Blackie Books, que siempre me logra sorprender.
12. ¿En qué personaje literario te reencarnarías?
Sin duda alguna, en Holden Caulfield, por su insolente e inevitable adolescencia, sus errores y pocos aciertos, porque, a pesar de ser un adolescente insufrible, está lleno de corazón.
13. ¿Edición tradicional, o edición digital?
Sin duda, edición tradicional por un motivo sencillo: mi querencia por el objeto, esa especie de fetichismo de los libros bonitos. Muchos libros los he descubierto gracias a una edición cuidada, y adoro ir a librerías y bibliotecas donde casi todos los libros son objetos que me gustaría tener en casa. No soy muy funcional, la verdad, aunque comprendo las ventajas que tienen para muchas personas los libros electrónicos, pero no seré yo quien dé el primer paso.
14. Aparte de escribir, ¿practicas alguna otra disciplina artística?
Toco fatal la trompeta. En la guardería donde trabajo me toca todo tipo de manualidades, y cuando era pequeño me fascinaba dibujar. De hecho, aún hay veces en que fantaseo con escribir un cómic e ilustrarlo yo mismo. Tal vez la otra disciplina donde me siento algo cómodo es la fotografía, aunque prácticamente soy amateur y he aprendido de forma autodidacta, dejándome llevar por la intuición.
15. ¿Algún sueño que te falte por cumplir, y puedas confesar?
Supongo que son muchos y de muy distinta naturaleza. En lo literario, supongo que publicar un libro de poesía digno. También, cómo no, pegar algún pelotazo en una editorial donde me sienta a gusto. En cuanto a lo personal, encontrar un trabajo que me haga feliz y me permita compatibilizar con la escritura, si no relacionado de manera directa con ésta. Por encima de todos mis sueños está el de vivir un tiempo en Australia o en una casa cerca del mar. Que no se nos acaben los sueños, que no nos quiten las ganas de luchar.


















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